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Con el uso de biotecnología, la producción obtiene mayores rindes

Dos estudios demuestran los constantes beneficios productivos y ambientales obtenidos a partir del uso y adopción de cultivos genéticamente modificado.

Hoy, el Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones (ISAAA) de y PG Economics, Ltd. publicaron nuevos estudios que destacan los constantes beneficios sociales, ambientales y económicos que ofrece la adopción de los cultivos modificados mediante biotecnología en el mundo.

Los estudios complementarios de ambos servicios analizan la amplia adopción de cultivos transgénicos por parte de los agricultores de todo el mundo, así como los impactos socioeconómicos y ambientales derivados de su uso a nivel internacional.

"La reciente producción de cultivos transgénicos de última generación, como manzanas y papas que no se oscurecen ni deterioran, el ananá súper-dulce enriquecido con antocianinas, el maíz con mazorcas de mayor biomasa y altos niveles de amilosa, y la soja con contenido modificado de aceite, además de la autorización para comercializar caña de azúcar resistente a insectos, permiten ofrecer más variedad a los consumidores y a los productores de alimentos", señaló el presidente del Consejo Directivo de ISAAA, Paul S. Teng.

El informe del ISAAA muestra que el área de cultivos genéticamente modificados en todo el mundo aumentó un 3 por ciento o 4,7 millones de hectáreas en 2017. El aumento se debe principalmente al incremento de las ganancias provocado por los elevados precios de las materias primas, la mayor demanda de los mercados, tanto locales como internacionales, y la disponibilidad de semillas con nuevas tecnologías.

Graham Brookes, director de PG Economics, señaló: "Durante más de 20 años y hasta la actualidad hemos visto cómo la adopción de los cultivos transgénicos en los países en desarrollo ha contribuido a obtener rendimientos más elevados, productos más seguros y mayores ingresos. Estos factores pueden ayudar a disminuir la pobreza, el hambre y la desnutrición en algunas zonas del planeta más proclives a sufrir ese tipo de problemas".

Junto con el récord de 189,8 millones de hectáreas sembradas con cultivos transgénicos en todo el mundo, la continua expansión de las tecnologías ofrece también características que mejoran la calidad nutricional y que pueden ayudar a contrarrestar el efecto negativo que puede tener el cambio climático en algunos cultivos.

Los estudios demuestran que el cambio climático podría reducir de manera considerable el contenido de proteína, zinc y hierro de los cultivos básicos, lo que pondría a 1,4 mil millones de niños en riesgo de presentar deficiencias significativas de hierro hacia el 2050.


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