Revista de CRA

"Hoy la lechería es un potrero y debemos pasar al juego profesional"

Eduardo García Maritano expuso en Jonagro sobre la necesidad de institucionalizar el mercado lácteo y que se establezcan reglas de juego claras.

El coordinador de la Mesa de Lechería de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Eduardo García Maritano, expuso en la Jornada Nacional de Agro (Jonagro) realizada en el mes de septiembre, sobre la necesidad de que el agronegocio lácteo genere renta y pasar "del potrero al juego profesional". "Estamos en la diaria para tratar de conseguir que esta actividad sea un negocio, genere renta y bienestar para todos los integrantes de la actividad y de las zonas donde se encuentra", afirmó.

De acuerdo con García Maritano, "hoy estamos hablando de competitividad, de competencia, de jugar, de actuar ¿Para qué? Para tener renta, para ser viables en el negocio, que esa riqueza que se produce se transmita a las familias, a nuestros operarios, a la región y creemos empleos de calidad y crecimiento, que es lo que necesitamos".

El especialista definió la lechería como "un potrero", en donde el desafío está en pasar al juego profesional. ¿Y de qué depende que el agronegocio lácteo genere renta? De un entorno institucional y legal, de la competitividad de los eslabones de la cadena y de un marco transaccional. Transacción entendida como la transferencia de la propiedad de un producto a otro eslabón de la cadena. Ese otro eslabón tiene la obligación de hacer una contraprestación en dinero. "Si esa transferencia no se hace en términos legales, arbitrales o acordados, tenemos un problema porque se destruye la renta", aseveró.

A la hora de explicar el flujo de fondos, García Maritano explicó que arranca del consumidor para atrás: consumidor - comercio minorista - distribuidor - industria láctea - grupos lácteos - tambero. "Los precios se traccionan desde la demanda y en una cadena no hay más plata que la que pagó el consumidor para repartir", sostuvo y agregó: "Aquellos que pusieron como primer eslabón de la cadena los tambos, se equivocaron".

"Argentina puede tener leche sin tener tambos, y en realidad, nosotros producimos leche porque hay alguien que consume un producto lácteo. No somos el primer eslabón, pero sí necesitamos una cadena funcionando en el flujo de fondos para saber qué parte de esa generación de ingresos que produce el consumidor nos toca".

En la cadena del consumidor a la industria, se encuentran los atributos de transacción: el objeto, los precios de referencia, las condiciones pactadas y el arbitraje. En el eslabón industria - producción primaria, el objeto es la leche, precio de referencia no hay, y el arbitraje es imposible porque son contratos orales, lo cual hace que sea dificilísimo de arbitrar. "En condiciones pactadas tenemos un poco de luz, ya que la leche es un contrato de suministro. Y si queremos tener una relación más coordinada entre industria y producción, tenemos que ir a sistemas de transacción que mejor tipifiquen esa transacción, y, claramente, es el contrato de suministro", comentó.

Luego el especialista en lechería citó un dato más que contundente: el artículo 556 bis del Código Alimentario Argentino prohíbe al productor vender a otra persona que no sea una industria. "Eso es cazar en el zoológico. Entonces si además le doy la potestad que pague lo que quiera y cuando quiera, si eso no es una posición abusiva, no sé...", subrayó.

En una cadena, lo que pone en contacto a los eslabones es la transacción. Y si no está alineada, el conflicto es permanente. Por la falta de aplicación de normas vigentes, la comercialización de leche entre industria y producción termina siendo "entrega".

García Maritano describió que antes, mientras la producción de materia prima estuvo por debajo de la demanda de productos lácteos, no se notaba la falta de reglas de juego comerciales. La materia prima por momentos era un bien escaso y el productor sentía que era el inicio de la cadena. Ahora, con una producción de materia prima que supera el consumo interno, para mantener y aumentar la renta de toda la cadena es necesario exportar sistemáticamente y se hace imprescindible mayor coordinación de toda la cadena.

"Tenemos que crecer y la realidad es que los tambos que tenemos ya no alcanzan para crecer ni para el mercado interno. La pregunta es: ¿vamos a traer nuevos inversores al sector? Sí. ¿Y qué los va a atraer? Que su competitividad va a ser resultado de su propia gestión, y para ello necesitamos reglas de juego comerciales", afirmó.

¿Por qué decimos que estamos en el potrero? De acuerdo con García Maritano, porque no se puede armar un mercado "verdadero" si no se sabe qué se compra y vende. No se puede seguir comercializando sin un estándar de leche cruda. Hoy no tenemos precios de referencia sobre producto estándar que orienten a las partes. "Es necesario generar precios de referencia que marquen el pulso de oferta y demanda. El contrato oral es la única posibilidad de transacción actual. Tenemos que tener opciones de contratos formales. Y es necesario disponer de sistemas arbitrales, no solamente de las condiciones pactadas, sino también de los atributos que definen el precio del producto que estoy vendiendo".

En cuanto al marco institucional y legal del país, de las 31 cadenas agroalimentarias de la Argentina, solamente tres tienen mercados institucionalizados (oleaginosas, cereales y bovinos). Y la leche es la tercera cadena de importancia en el maíz y aún no tiene ese mercado institucionalizado.

Y como cierre de su exposición se preguntó: ¿Por qué el productor no le pone foco a la falta de mercado? "Porque las principales actividades lo tienen y todo el mundo cree que así como funcionan la soja, el trigo, el maíz y los novillos, funciona el resto de las economías". Por otro lado, "es difícil que un productor reclame aquello que nunca tuvo. Y es imposible generar producciones sostenidas en el tiempo sin reglas de juego claras".

Llamó a la reflexión ya que estos reclamos solo pueden llegar a buen destino a través de formas institucionalizadas. "CRA tiene que patear todos los mostradores y pedir que lo que está en la ley, se cumpla. Por eso el reclamo institucionalizado es el que dará frutos. Debemos coordinar acciones con otras entidades, fortalecerlas con aportes de gente, unir la oferta ante la demanda concentrada y pedir el cumplimiento de las normas y leyes vigentes. Yo no le pido al Estado que solucione problemas de renta de negocios entre privados, pero si hay relaciones inequitativas entre privados, ahí hay leyes que hay que hacer cumplir", finalizó.