Revista de CRA

Concluyó la 3º Jornada Anual de Prograno

El encuentro contó con la presencia de autoridades provinciales, nacionales y representantes del sector agrario. El objetivo fue acercar el campo a la ciudad, propiciando un espacio de diálogo e intercambio con el público y los disertantes convocados.

Bajo el lema "De la coyuntura al largo plazo. Planificando el modelo productivo del NOA", se desarrolló en el Hotel Sheraton Salta la 3º Jornada Anual de Prograno - ASA convocada por la Asociación de Productores de Granos del Norte (Prograno) y la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA). Asistieron más de 250 personas entre productores, estudiantes universitarios, periodistas, empresarios y público en general.

Al respecto, Lisandro de los Ríos, gerente de Prograno, destacó que la idea principal fue analizar el modelo productivo para el NOA para diferentes ámbitos: "Es un espacio para reflexionar un poco hacia dónde queremos ir o si estamos yendo por el buen camino o qué tenemos que mejorar desde el sector, desde la producción en general y para esto están viniendo especialistas. Es una rama amplia de temas," dijo.

Por su parte, la ministra de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable, Paula Bibini, quien también participó de la jornada en representación del gobierno provincial, subrayó que fue un momento muy interesante para discutir políticas públicas y ver cómo articularlas con el sector.

"Hoy no podemos escapar a la coyuntura que afecta al sector agropecuario, fundamentalmente todo freno a la exportación significa no permitir aumentar la producción. Yo creo que estas medidas no ayudan a poder desarrollar mercados. Toda traba, mayor impuesto hace que el productor hoy tenga mayores dificultades para salir adelante," expresó.

De la apertura participó Santiago del Solar, jefe de Gabinete en la Secretaría de Agroindustria y la ministra de Producción, Trabajo y Desarrollo sustentable de Salta, la ya mencionada Paula Bibini. Del Solar ratificó el concepto de que "en el espíritu del Gobierno nacional, las retenciones son un pésimo impuesto; pero toda la presión tributaria es la consecuencia del verdadero problema, y es que hay que bajar el gasto a nivel nacional, provincial y municipal". Tras enumerar los avances logrados, especialmente, el incremento del 51 % de las exportaciones de carne, sentenció: "Nos cerramos al comercio exterior durante 70 años".

Agregó que "la recuperación de los mercados externos es una prioridad y su suerte está cifrada a la del Mercosur. Argentina podría duplicar su producción de alimentos, generando pleno empleo, calidad de vida y valor agregado. Así se liberaría de los grandes karmas de los argentinos: déficit, inflación, deuda y default, con una secuela de desocupación y pobreza que ya se prolonga por cuatro décadas.

Bibini ratificó los objetivos salteños de "competitividad, cadena de valor e industrialización; dijo que "las retenciones, los fletes y la presión tributaria ofrecen una coyuntura difícil" pero recordó que "el campo sabe dar el puntapié inicial y seguirá apostando al desarrollo de la economía regional".

Fue el presidente de la jornada, Matías Uriburu quien tomó la palabra y sostuvo que "claramente la coyuntura por la que atravesamos puede resultar un obstáculo; obstruirnos el paso o ser una oportunidad para ver la realidad de otra manera. Y eso es lo que está pasando con nuestra realidad actual: necesitamos sacar la vista del obstáculo, para concentrarnos en el pasado mañana de la historia y de nuestro sector."

El presidente de la Asociación de Semilleros Argentinos, Alfredo Paseyro, sostuvo que "el futuro es confianza" y el desarrollo agroalimentario "necesita consenso y políticas públicas para alcanzar competitividad". Por su parte, el presidente de Prograno, Lucas Norris, anticipó la necesidad de un acercamiento con la comunidad para neutralizar los temores que engendra el eco-fundamentalismo.

El campo vs. la política

Parafraseando a Alfredo Casero, podría decirse que los políticos escuchan (y le dan la razón) al "quiero flan" y los productores están obligados a crear las condiciones para que "haya flan". En el primer caso, se tiende a convertir un capricho en derecho; en el segundo, no es un capricho, se trata de satisfacer derechos reales como el trabajo, la capacidad de consumo y la calidad de vida de la gente.

Hay un divorcio entre la política y el campo, "pero la culpa es de ambas partes". Álvaro Tomas, economista bonaerense y presidente de la Fundación Barbechando, y el diputado entrerriano radical Atilio Benedetti evocaron la experiencia de 2008, cuando el rechazo a la resolución 125 otorgó al campo protagonismo y enorme prestigio, no solo en las áreas rurales, sino entre los asalariados y desocupados de los conurbanos. La protesta logró un respaldo que demostró el fracaso de los mitos sobre "los terratenientes", los "explotadores" y sobre "la economía de subsistencia como el futuro del país". Era la época en que la soja era "un yuyito".

Pero resuelto el conflicto, los productores se volcaron "tranqueras adentro". Tomas y Benedetti hablaron del contraste entre el despliegue publicitario de los ambientalistas, el impacto que generan en la política y la orfandad comunicacional de los hombres de campo.

La jornada contó también con la participación de renombrados invitados, como el economista Carlos Melconian, quien dio su perspectiva sobre la realidad financiera nacional, y Jorge Giacobbe, analista político y consultor en opinión pública, quien junto a Iván Ordóñez, economista especializado en agronegocios, presentaron un estudio sobre la población nacional enfocado en medir la persistencia de los mitos sobre el sector agropecuario que están enraizados en los argentinos. Los datos recopilados a nivel nacional expusieron la diferencia de visión que los productores agrarios poseen de sí mismos respecto de la visión de la población general. "El productor agrario aparece como un antihéroe depositario de recelos, envidias, mitos y prejuicios que los deja en una posición claramente vulnerable", expresaron los realizadores del informe, a lo que agregaron, "es fácil para cualquier político, entonces, meterle la mano en el bolsillo al productor agrario, porque la sociedad está de acuerdo con ello".

La jornada generó un espacio muy favorable para repensar el rol de la producción agroalimentaria salteña, para abordar racionalmente un proyecto sustentable y para concebir la apertura de la economía como una necesidad insoslayable para modernizar a la provincia.