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Trigo transgénico: Barañao apoyó su aprobación y marcó una diferencia con Agroindustria

Una visión diferente quedó expuesta en el Gobierno entre las áreas de Ciencias y Tecnología y de Agroindustria en torno del trigo tolerante a sequía (HB4), todavía no aprobado en el país.

El trigo tolerante a sequía es un desarrollo de la firma Bioceres, que también tiene la soja resistente a sequía, aprobada en el país pero no lanzada a la comercialización a la espera del visto bueno de China.

Ese trigo, que según la empresa podría mejorar el rinde de 9 a 19%, según las regiones y agregar más producción, ya obtuvo el aval del Senasa y de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia), pero no del área de mercados de la Secretaría de Agroindustria de la Nación que conduce Luis Miguel Etchevehere.

En agosto pasado, la empresa, en el marco del último congreso de Aapresid, planteó su postura a favor de que se libere el cultivo transgénico. No obstante, desde la cartera de Agroindustria, en ese caso en la voz del subsecretario de Mercados Agropecuarios, Jesús Silveyra, la respuesta fue: "No está aprobado en ninguna parte del mundo y tenemos que ser prudentes con los mercados. Consultamos con Brasil -principal comprador- y son reacios".

De hecho, Agroindustria teme por un impacto negativo en los mercados ante una posible liberación. Incluso, internamente hay operadores del mercado, como en la Federación de Acopiadores, que ponen reparos.

En medio de la polémica, en las últimas horas se sumó el secretario de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao. Según consignó la agencia Télam, este funcionario se expresó "totalmente a favor de la aprobación del trigo HB4". Y luego agregó que la "Argentina no puede perder la oportunidad de ser líder" en biotecnología.

"Hoy la Argentina enfrenta situaciones de exposición a sequías crónicas y es imprescindible contar con todas las herramientas para enfrentarlas, no puede ser que suframos consecuencias similares a las que enfrentaban los mayas hace muchos siglos", indicó.

Según Télam, Barañao también señaló: "Desde el punto de vista del consumo humano no afecta para nada, se trata de un gen que está en el girasol, ya lo consumimos". En rigor, el gen proviene del girasol y en su investigación trabajó la Dra. Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet.

Bioceres, en tanto, que llevó adelante el desarrollo, hizo un joint venture con el semillero francés Florimond Desprez para desarrollar y comercializar variedades de trigo con biotecnología.

Para el funcionario, los mercados de exportación "es algo que hay que tener en cuenta". Pero agregó que la "Argentina es uno de los pocos países que toma ese factor a los efectos de aprobar o no un producto, es un mecanismo proteccionista de los que pueden verse afectados los que son exportadores".