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Preocupación en las bodegas por el acuerdo Mercosur-Unión Europea

Desde la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) aseguran que "no hubo una consulta formal por parte del gobierno" por el tema vinos.

Por Clarin

 Por ahora, el sector vitivinícola argentino no tiene una posición definida sobre las consecuencias definitivas de un acuerdo Mercosur- Unión Europea sobre el sector. Pero las primeras aproximaciones indican una "fuerte preocupación" en el sector y falta de comunicación por parte de la Secretaría de Agroindustria de la Nación.

Desde la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) aseguran que "no hubo una consulta formal por parte del gobierno" por el tema vinos. La preocupación de los referentes de la industria vitivinícola es que desde la Argentina se impulse una política de "acceso a mercados" que no contemple los intereses concretos del sector y que, por el contrario, se impulse un convenio que favorezca a otras producciones primarias más tradicionales en el comercio entre la Argentina y Europa.

Pero, además, existe otra complicación a nivel mercado interno, ya que se presume que varias bodegas, sobre todo las orientadas casi exclusivamente al mercado mundial, no tendrían mayores reparos a una baja de aranceles. Por otra parte, el grueso de los productores con vinos destinados al mercado local sufrirían una severa competencia frente a productos que en muchos casos tienen fuertes subsidios para exportar.

"Acceso a mercados" es la negociación para establecer los aranceles de ingreso a los bloques, esto es, qué arancel tributarán los vinos de la Unión Europea para ingresar al Mercosur y qué arancel definirán los europeos para los vinos del mercado común de la región que quieran ingresar a Europa en el caso de concretarse el acuerdo.

La propuesta del acuerdo por el tema "vinos" no depende solo de Argentina, sino que debe ser definida, al igual que los otros puntos del acuerdo, con los demás socio del Mercosur y posteriormente acordada con la Unión Europea.

Por otra parte, la discusión por la situación de los vinos en el mercado regional, tiene un actor central: Brasil. La relevancia del país vecino tiene que ver conque es el mayor comprador de vinos de la UE y una baja de los aranceles de importación prácticamente desalojaría a los productos locales de ese mercado.

"En la COVIAR se ha discutido el tema, poniéndole números al análisis, e incorporando al las variables que podrían influir en el acuerdo y en lo que el sector proponga", sostuvo el gerente general de la entidad, Carlos Fiochetta.

Y agregó que "creemos que el tema es muy importante dado que tanto la Unión Europea como el Mercosur son mercados muy significativos para la vitivinicultura argentina. Además, la Unión Europea es el principal productor y exportador de vinos del mundo - Italia, Francia y España producen la mitad de vino del mundo - y cuenta con un importante nivel de subsidios, al mismo tiempo, los países vitivinícolas del Mercosur tienen estructuras productivas diferentes".

Las variables de análisis

El documento elaborado por la Coviar, aclara que "tomando en consideración el bloque regional, Argentina, Brasil y Uruguay exportan productos vitivinícolas (código arancelario 2204) a la Unión Europea, siendo Argentina el más importante".

El principal exportador de productos vitivinícolas del Mercosur a la Unión Europea es la Argentina (US$220 millones) en tanto que el principal importador es Brasil (US$157 millones).

En números: en 2018 el Mercosur le exportó a la UE vinos por US$223 millones, en tanto que los países del mercado común importaron la Unión Europea (incluyendo a Reino Unido) productos vitivinícolas por US$170 millones lo que arroja un saldo comercial favorable al MERCOSUR en el orden de los US$54 millones.

De concretarse el Brexit, lo que significa la salida de Gran Bretaña (principal demandante de vinos del la región) el saldo comercial de productos vitivinícolas pasa a ser negativo, dado que durante 2018 el Reino Unido importó desde el MERCOSUR (principalmente desde Argentina) US$108 millones, lo que lleva a un saldo comercial vitivinícola negativo para el Mercosur de US$54 millones.

Los aranceles de la discordia

En la actualidad, la diferencia arancelaria entre los dos bloques comerciales es importante.

Para vinos fraccionados el Arancel Externo Común AEC) del Mercosur es 20% (en Brasil 27%). Es decir que actualmente, los vinos europeos entran a Brasil con un arancel del 27%.

El arancel para los vinos del MERCOSUR a la Unión Europea es 0,13 euros por litro, lo que en porcentaje significa un 4% aproximadamente. Es decir que para ingresar a la Unión Europea, los vinos del Mercosur sufren un arancel estimado en 4%.

Es decir que una rebaja total de aranceles en ambos bloques implica que el arancel para los vinos europeos se reduzca de 27% a 0% mientras que para los vinos regionales la reducción sería de 4% a 0%. Claramente, en términos porcentuales, la reducción es más importante para los vinos europeos.

El tamaño de los mercados y la importancia de Brasil

El consumo de vinos en la UE es de 12.500 millones al año de litros. En Brasil, es de 330 millones de litros. Por otra parte, la importación de vinos en la Unión Europea es de 6.000 millones de litros; En Brasil es de 120 millones de litros.

En la Unión Europea las importaciones de vino no han crecido en los últimos años (excepto en el Reino Unido); En Brasil las importaciones de vino vienen subiendo en el orden del 9,5% anual durante los últimos 5 años.

En 2018 Argentina exportó a la Unión Europea 86 millones de litros (al Reino Unido, 35 millones); ese mismo año, la Argentina vendió a Brasil 16 millones de litros aproximadamente. Todo esto con una caracteristica particular del mercado brasileño: en el país vecino hay una alta elasticidad de la demanda por vinos argentinos y de la UE. Pero, si aumenta relativamente (por la baja de aranceles a los vinos europeos) el precio de los argentinos en Brasil, la cantidad demanda cae proporcionalmente más.

En Europa, por su parte, se verifica una baja elasticidad de la demanda de la Unión Europea por los vinos argentinos. Así, si cae el precio de los vinos locales en Unión Europea, la cantidad demanda aumenta proporcionalmente menos.