El avasallamiento y las amenazas como modeloComunicado de la Confederación Rural de San Luis.
Ante los reiterados fracasos en política económica y los atropellos institucionales de este gobierno, desde la Confederación Rural de San Luis, queremos expresar el hartazgo y preocupación por parte de las entidades rurales sobre rumores de medidas y ensayadas amenazas hacia la producción.
Este ambiente de desconcierto crea una incertidumbre en el productor, que lo lleva a la desconfianza a la hora de invertir y desalienta toda proyección de inversión, desarrollo y creación de empleos por parte del sector.
El sector agropecuario tiene la capacidad de elaborar alimentos para diez veces la cantidad de habitantes de este país. Muchas de estas medidas restrictivas y de control sólo llevan a atrasar la cadena productiva. Por lo tanto, el país pierde numerosas oportunidades de ingresos que nos beneficiarían a todos.
Vemos aún mas grave la forma en que funcionarios nacionales violan la Constitución Nacional, intentando pasar por encima a los otros poderes del Estado. Sobre estas circunstancias, se ve claramente desalentada cualquier intención de abrirnos a mercados internacionales, y mucho menos a la posibilidad de recibir inversiones de capitales externos. Lo cual nos ha llevado a tener el mayor porcentaje de pobreza en las últimas décadas.
El campo está harto de pagar fiestas ajenas. Es hora que la política enderece su rumbo, queremos vivir en un sistema de gobierno democrático y no sometidos a un Sistema Totalitario, ni a la corrupción que muchos han tomado como modelo de vida.
Sólo se pretenden reglas claras y un ambiente aceptable para producir y hacer que los argentinos tengamos una mejor calidad de vida.
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Ante los reiterados fracasos en política económica y los atropellos institucionales de este gobierno, desde la Confederación Rural de San Luis, queremos expresar el hartazgo y preocupación por parte de las entidades rurales sobre rumores de medidas y ensayadas amenazas hacia la producción.
Este ambiente de desconcierto crea una incertidumbre en el productor, que lo lleva a la desconfianza a la hora de invertir y desalienta toda proyección de inversión, desarrollo y creación de empleos por parte del sector.
El sector agropecuario tiene la capacidad de elaborar alimentos para diez veces la cantidad de habitantes de este país. Muchas de estas medidas restrictivas y de control sólo llevan a atrasar la cadena productiva. Por lo tanto, el país pierde numerosas oportunidades de ingresos que nos beneficiarían a todos.
Vemos aún mas grave la forma en que funcionarios nacionales violan la Constitución Nacional, intentando pasar por encima a los otros poderes del Estado. Sobre estas circunstancias, se ve claramente desalentada cualquier intención de abrirnos a mercados internacionales, y mucho menos a la posibilidad de recibir inversiones de capitales externos. Lo cual nos ha llevado a tener el mayor porcentaje de pobreza en las últimas décadas.
El campo está harto de pagar fiestas ajenas. Es hora que la política enderece su rumbo, queremos vivir en un sistema de gobierno democrático y no sometidos a un Sistema Totalitario, ni a la corrupción que muchos han tomado como modelo de vida.
Sólo se pretenden reglas claras y un ambiente aceptable para producir y hacer que los argentinos tengamos una mejor calidad de vida.
