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El vicepresidente de CRA, José Colombatto participó de la Expo Rural ovina en Ayacucho, provincia de Bs.As.

Compartimos el discurso del vicepresidente de CRA.

Compartimos el discurso del vicepresidente de CRA, José Colombatto en el marco de la Expo Rural ovina de Ayacucho, provincia de Bs.As. 


Discurso: 


Muy buenos días. Gracias a la Rural de Ayacucho y a la gente de Carbap que me ha recibido tan gentilmente.

Soy oriundo de la provincia de Entre Ríos y he tenido la suerte de haber recorrido todas sus exposiciones y al igual que esta, son un fiel reflejo del empuje, la fuerza y la importancia de la producción agropecuaria en nuestro país.

Acá se patentiza el trabajo, la inversión, las ansias de progreso, la importancia del arraigo que genera el campo y hasta las tradiciones. Ese cóctel de elementos positivos termina siendo un círculo virtuoso que sirve de combustible para los pueblos, las ciudades, las provincias y el país. Con muchísimo riesgo y esfuerzo acá se genera empleo y riqueza y eso muchas veces no es visto por parte de las autoridades.

Por ello, los dirigentes rurales tenemos la obligación de que se conozca cabalmente qué y cómo se produce en la Argentina. En ese sentido, en esta nueva etapa iniciada en diciembre desde CRA hemos tomado la decisión de estar mano a mano con cada confederada, acercarnos a cada rural, visitar sus exposiciones y saber de primera mano que le pasa a cada sector y a cada productor en nuestro país.

Necesitamos un gremialismo presente en todos los niveles y donde la participación de cada productor es el eslabón principal. Y es allí donde les pido que se involucren, que participen, que luchen por una producción agropecuaria que por fin termine siendo rentable, sustentable y visibilizada por la comunidad. Nuestra gran batalla cultural está en la calle, donde podamos romper el relato demonizante que nos puso rótulos de algo que no somos. Debemos salir a contar qué y cómo lo hacemos. Esa es la mejor forma que existe para que se entienda lo que significa el campo argentino.

Entiendo que atravesamos momentos complicados. Venimos de años de saqueo, sequía y de ser ignorados a la hora de las decisiones. Los argentinos decidieron en diciembre que comenzara un nuevo ciclo y ese cambio ha traído algunas medidas que no son favorables a la producción. Y hemos levantado la voz y nos hemos sentado a las mesas de diálogo para hacer entender que esas políticas tienen más aspectos negativos que positivos para la producción. Creemos que el camino es ese, el debate, la crítica constructiva, pero no el paro y los palos en la rueda en este comienzo. Ahora resulta que quienes nos pusieron el pie en la cabeza durante años se solidarizan y tienen fórmulas mágicas que nunca aplicaron. Ojo con los cantos de sirenas, son los mismos que pusieron el aparato estatal de propaganda para denostarnos. Son los mismos que no tuvieron en cuenta la sequía y nos siguieron aumentando los impuestos. Por eso les pido, seamos firmes, no renunciemos a nuestros postulados, pero tampoco dejemos que nos endulcen la oreja quienes nos han declarado como enemigos durante tantos años.

Igualmente, seguimos esperando más gestos del gobierno. Entendemos que la clase política debe dar más pasos en la búsqueda de derrotar el déficit fiscal que es origen de todos los males. Y si el esfuerzo lo haremos todos los sectores y estamentos de la sociedad, un achicamiento de los gastos políticos y de los privilegios sería una excelente señal para todos. Necesitamos ejemplos y hace mucho tiempo que la política no los brinda.

El productor agropecuario sufrió tres años consecutivos de sequía. Las economías regionales sangraron con los tipos de cambio insólitos que teníamos. Hoy, esos sectores apenas luchan para sacar la cabeza del agua, por lo que no aceptamos ni entendemos que se intente meter mano por enésima vez en los bolsillos del productor. Es una política injusta y equivocada, porque los recursos que el Estado obtendrá por derechos de exportación serán mínimos al lado de los perjuicios a la producción.

No somos ciegos, ni tontos. Sabemos que gran parte de nuestros hermanos hoy sufren la pobreza y la marginalidad. El modelo populista, garante de derechos, terminó siendo una máquina interminable de pobres e indigentes. Debemos explicar que no nos oponemos a las retenciones por no pagar un impuesto más. Simplemente creemos que el país saldrá adelante con producción, inversión y empleo genuino y este tipo de medidas paraliza, inmoviliza y lleva quebranto. Justamente porque queremos un país de pie, con trabajo y mejoras en la calidad de vida de los habitantes es que nos oponemos a medidas que sólo buscan juntar unas monedas en lo inmediato pero que detonan las bases productivas.

La historia ha demostrado que no hay Argentina posible sin el campo. Mientras los gobiernos terminan de entender eso, los invito a seguir produciendo y a mantener e incluso reforzar el compromiso y la participación. Necesitamos productores jóvenes que se sumen a la lucha. Necesitamos seguir fortaleciendo las entidades ya que hasta es el único reaseguro que conocemos para defendernos de los embates del Estado. Redoblemos el esfuerzo. Vayamos por rurales, en este caso una Carbap y una Cra cada día más grandes y representativas. Ese es el desafío.

Muchas Gracias.

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