CRA en los Medios

Denuncian pérdida de preñez por sequía, y auguran mayor caída de stock vacuno

Al mismo tiempo el promedio nacional de preñez se mantiene en niveles similares de hace cuatro décadas.

El presidente de Cartez, Néstor Roulet, aseguró en un comunicado de la entidad adherida a CRA que la preñez de las vacas mostrará una disminución del 3 por ciento debido a la sequía del último trimestre del año pasado y al intenso calor estival.

El ruralista asegura que una de las zonas más afectadas fue la provincia de Buenos Aires, que concentra alrededor del 30 por ciento del stock de madres, con un nivel de preñez en torno al 70/75 por ciento.

La “eficiencia” bonaerense ayuda a que la preñez del rodeo alcance “el promedio nacional del 60 por ciento”, sostiene Roulet aportando cifras de 2011. En el resto de las regiones, en cambio la baja productividad ganadera se refleja en un promedio de preñez en torno “al 50 por ciento”, aclara el hombre de Canals.

Resulta alarmante el dato que aporta el dirigente ruralista en virtud de la paupérrima eficiencia productiva que demuestra la ganadería vernácula en más de cuatro décadas. Ya en su discurso presidencial de asunción el 25 de mayo de 1973, Héctor J. Cámpora, anticipaba la urgencia de una política de carnes.

“Un índice de procreo en vacunos cercanos al 60 por ciento en decididamente malo, cuando en las mismas condiciones se logra hasta un 90 por ciento”, decía Cámpora ante la asamblea legislativa de hace 39 años. 

En pocas palabras a nivel nacional la ganadería vernácula solo conseguía que 6 vacas de cada 10 quedaran preñadas. Casi cuarenta años después, mantiene el mismo nivel de “eficiencia” que en palabras del odontólogo de San Andrés de Giles ya era poco menos que retrógrado.

Además de sequías e inundaciones, en el medio hubo todas las políticas imaginables en materia económica: desde la estatización más intervencionista en los años de José Ber Gelbard al frente de la cartera económica, a los más desregulados pasando por Martínez de Hoz y Domingo Cavallo que eliminó la Junta Nacional de Carnes. 

Dos generaciones de argentinos fueron testigos de cambios políticos y económicos de todo tipo en esas casi cuatro décadas. El índice de preñez, no fue una de ellas, manteniéndose "decisdidamente malo" a lo largo de todos esos convulsionados años.

Esta vez el problema ganadero apunta a la sequía, mucho más leve que en 2009, pero que parece haber causado los estragos que aquella no ocasionó, según las mismas entidades. Como fuere Roulet ha puesto cifras al nuevo desastre pecuario argentino.

Las conclusiones del ex vicepresidente de CRA indican que por culpa de la falta de agua “en el año 2012 se dejarán de producir 621.966 terneros”. La merma se traduce en moneda contante y sonante y ocasionará “una pérdida económica del sector” que llegará a los 1.194 millones de pesos.

La escasez de oferta ganadera que habrá en 2012 implica que para mantener (no aumentar) un stock ganadero, la faena del presente año “debe ser igual a la efectuada en el año 2011”. Ergo, Roulet augura la continuidad de una “alta capacidad ociosa” para la industria frigorífica, que fue el resultado de la intervención estatal en el mercado y produjo una baja de la faena en torno al 40 por ciento.

“Al mismo tiempo, esta producción de carne, igual que la del año pasado, obligará a mantener el bajo consumo por persona por año en el país, el menor desde el año 1921”, dice el ruralista de Cartez. El dato debería alegrar a quienes clamaban por diversificar la dieta de los argentinos, como la dirigencia ruralista, con carnes sustitutas.

Se sugiere que los argentinos comen menos carnes, pero no se aclara qué tipo de carne. En promedio el nivel de consumo por habitante anual ronda los 100kg, si se ven los datos del Ministerio de Agricultura. Se come menos carne vacuna, pero también más carne aviar y porcina.