El sudeste santiagueño, en jaque por los excesos hÃdricos
En todo el 2018 llovieron 1.300 milÃmetros, sin embargo, dos meses marcaron las diferencias. En mayo y diciembre llovió 350 milÃmetros en cada caso. Ahora, la región está excedida.
Las abundantes precipitaciones están afectando a una importante región del centro norte argentino. Los registros pluviométricos se producen cada semana y van recargando los perfiles. Para lo que viene, esta semana se esperan más lluvias en la misma zona.
La zona núcleo del sudeste de Santiago del Estero está jaqueada por los excesos de lluvias. "Estamos a 100 milÃmetros de tener toda la región inundada", se lamenta Diego Sevila, técnico en producción agropecuario y asesor de la zona de Bandera.
Según el asesor, en todo el 2018 las lluvias totalizadon 1.300 milÃmetros. Sin embarga, puntualiza, que dos meses dejaron un importante registro entre los cuales llovieron 700 milÃmetros: uno de ellos fue mayo y diciembre, ambos con 350 milÃmetros cada uno.
En la zona, las napas están por encima de los cuatro metros. Supieron posicionarse por debajo de los ocho metros.
De esta forma, al dÃa de hoy, el técnico cuenta que en un radio aproximado de 100 kilómetros en torno Bandera, las abundantes lluvias saturaron muchos campos. Sus vecinos del norte santafesinos, según advierte, la están pasando peor. AllÃ, no solo los campos están afectados, sino también las ciudades con personas evacuadas.
"Las napas están entre los 4 metros de profundidad y llegan a la superficie, en muchos casos", destaca Sevila, que agregó que cuando se mudó a vivir a la zona, hace 10 años, la napas estaban por debajo de los ocho metros.
Entre los sucesivos registros, hay un 15 a 20 por ciento del área potencialmente agrÃcola, sin sembrarse y los cultivos más afectados son los tardÃos, soja y maÃz.
"La mejor condición actual la tiene los maizales sembrados tempranos y algunos plantÃos de soja sembrados temprano sobre rastrojo de trigo", explica, ya que la intensificación de la región -dobles cultivos de invierno/verano- está ayudando la infiltración.
"Hasta febrero, si se detienen las lluvias, podemos apostar a un maÃz tardÃo, mientras ya casi no queda tiempo para sembrar soja", comenta.
Al concluir, recuerda que este escenario de excesos actuales se asemeja a lo que vivieron en la campaña 2015/16 y añade que un par de años antes el clima cambió en la zona, aludiendo que comenzó a llover mucho más.
"Cuando llegué a Santiago del Estero, la zona se caracterizaba por las bajas precipitaciones. Ahora, algo cambió", menciona.