Trigo: en el sudoeste bonaerense ya se estiman mermas de rinde de hasta un 40%
"De mantenerse esta situación, podrÃan incluso registrarse pérdidas de superficie", alerta la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
"Las lluvias ayudan al trigo pero no compensan", es la frase de la Bolsa de Comercio de Rosario para describir la actualidad del cereal en la zona núcleo.
La entidad rosarina agrega que, en la zona núcleo, atrás quedaron los 7 millones toneladas proyectadas hace dos meses atrás: "Con un mes de septiembre seco y un octubre que también escatimaba en agua, el potencial de rinde iba cuesta abajo y el deterioro del trigo se extendÃa por toda la zona. Si bien llegan tarde, las últimas lluvias son un bálsamo para el cereal".
Por la falta de agua se perdieron macollos y los rindes que se estiman, 34 qq/ha, son mucho menores a las de los últimos tres años. Pero las precipitaciones de la última semana mejoran la condición del cultivo y le ponen un piso a la pérdida de rinde.
En este sentido, los cuadros con las mejores calificaciones aumentaron 10 puntos y se redujeron los que estaban regulares. Con el 35% de los cuadros floreciendo y el 20% comenzando a llenar granos pasarán estas etapas más exigentes sin sÃntomas de falta de agua.
Por otro lado, "la seguidilla de lluvias despierta las enfermedades latentes por la sequÃa. Ya se prepara la segunda aplicación de fungicida para roya. Sin embargo, en los lotes con un potencial menor a 30 qq/ha no serán prioridad para invertir en una segunda aplicación".
A nivel nacional, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires destacó que la cosecha ha progresado levemente en el norte del paÃs, demorándose debido a las precipitaciones de la última semana.
En el resto del paÃs, las lluvias registradas han menguado el estrés hÃdrico por el que atravesaban gran parte de los lotes. No obstante, en el margen oeste del área agrÃcola los registros estuvieron por debajo de los 20 mm en promedio, lo que provocarÃa mermas en el potencial de rendimiento.
"Al sur del área agrÃcola, las lluvias han sido sumamente escasas y no han permitido que los cultivos se recuperen. En el Centro y Sudeste de Buenos Aires, la condición ha caÃdo entre 7 y 10 puntos porcentuales. Pero el área más afectada es el sudoeste bonaerense donde el 81 % presenta una condición entre regular y mala y ya se estiman mermas de rinde de hasta un 40%".
"De mantenerse esta situación, podrÃan incluso registrarse pérdidas de superficie", alerta la entidad porteña.
La Bolsa de Cereales y Productos de BahÃa Blanca también plantea una caÃda en el rendimiento promedio por la falta de lluvias en momentos claves de la campaña.
En el reciente reporte agrÃcola, destacó que un 95% de los lotes de trigo se encuentra en estado de encañazón, el 5% restante iniciando el estado de espigazón.
En el área de estudio se espera un rendimiento general de 2.050 kg/ha (39% menos que la extraordinaria campaña 2018/19).
En la zona norte se estima un promedio de 2.300 kg/ha (47% inferior que el ciclo anterior), debido principalmente a las precipitaciones acumuladas en invierno y al escaso milimetraje distribuido en el último mes.
Los rindes en la zona centro caerÃan un 36% al esperar 2.100 kg/ha. Se observa una gran variabilidad entre el área costera (más favorecida), el centro de la provincia de Buenos Aires (afectado por la sequÃa) y el norte de La Pampa (lotes avanzados y con mayor estrés hÃdrico). Los partidos de Tres Arroyos, San Cayetano y Adolfo Gonzales Chaves se destacan con las mejores perspectivas debido a las últimas precipitaciones.
Por último, la zona sur es la más castigada por la sequÃa que atraviesa el área agrÃcola con un promedio esperado de 1.700 kg/ha (35% menos que la campaña anterior). Las escasas precipitaciones y la baja capacidad de retención de agua por parte de los suelos impactaron negativamente en el desarrollo de macollos fértiles.
Las precipitaciones de la tercera semana de octubre evitarÃan la pérdida de lotes de trigo. El seguimiento de la condición de los cultivos en las próximas semanas es fundamental para determinar la finalidad de los mismos (pastoreo/cultivo de cobertura o cosecha) dada la escases hÃdrica y la fragilidad de zonas productivas puntuales.