Yauhar, cada vez más parecido a Lorenzino

El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, parece haber elegido el bajo o inexistente perfil del ministro de Economía Hernán Lorenzino. Como en un espejo, los dos chubutenses tienen en común haber asumido el ministerio en diciembre pasado tras haber sido secretarios. Pareciera que aún tuviesen ese rango.

El silencio, la ausencia de políticas o su presencia para enfrentar los principales problemas del país es lo que une a ambos ministros.

Sombras de Moreno. Absorbidos bajo la personalidad del secretario de Comercio, que con un cargo inferior hace y deshace según su humor sobre los temas del campo y la economía. Los ministros parecen temerle y los resultados están a la vista: Freno en la economía, paro del campo en todo el país, dólar descontrolado y malestar en parte de la sociedad.

El campo se acostumbró con los Kirchner a saber que las decisiones no se toman en los ministerios. Pero con limitaciones, algunos ministros trataron de ser protagonistas. La sequía, las inundaciones, las restricciones para exportar, el dólar blue, el anuncio de un paro en provincia de Buenos Aires, anuncio de paro en todo el país, nada parece merecer la intervención de éste ministro.

Yauhar, como Lorenzino, no habla con la prensa. Contadas con los dedos de una mano son las notas que dieron hasta hoy, siempre, junto a sus periodistas militantes.

Es cierto que sus pocas presencias mediáticas fueron erráticas, como cuando dijo que los ruralistas no debían "dramatizar" la sequía. Ahora se extrañan los 5 mil millones de dólares perdidos producto de la fuerte sequía.

Yauhar, en éstos meses viajó por países pocos trascendentes para la producción agropecuaria, pero el problema no son sus viajes, sino que en el campo argentino quedaron sin resolver temas sencillos y complejos pero que con sentido común reclama el sector agropecuario. Exportar sin restricciones parece unas de las pocas cosas que no merecen debate.

Tener una soja de 500 dólares y que el mundo se interese por lo que producimos no es mérito de ningún ministro, perder la oportunidad de aprovecharlo puede ser responsabilidad del gobernante de turno.

Tal vez Yauhar lo que intenta es permanecer en el cargo, sobrevivir en el ministerio, pasar sin pena ni gloria si fuese necesario, esperando la oportunidad de ser gobernador de Chubut en el 2015.

Pero hasta ahora la sensación que deja es más de pena que de gloria.