Chicharrita: persistencia de focos en zonas endémicas
A pesar de que la plaga se encuentra ausente en la mayorÃa de las regiones maiceras, continúan existiendo focos endémicos en el NOA y NEA.
De acuerdo al 30º informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis la presión de la chicharrita continúa en niveles mÃnimos en todas las regiones productivas del paÃs. A pesar de que la ausencia del vector sigue siendo la condición predominante, persisten algunas excepciones en zonas históricamente endémicas.
En el NOA, la plaga se mantuvo estable, siendo que en el 56% de las localidades monitoreadas no registró detecciones y otro 27% mostró valores mÃnimos, de apenas entre 1 y 4 adultos por trampa. La región presentó sólo tres localidades con incrementos más notorios, principalmente en lotes destinados a semilla o producción de choclo. Aun asÃ, los especialistas consideran que el nivel general continúa siendo bajo.
En el NEA se observa una situación similar en donde el 69% de las localidades permanece libre de chicharrita y el 21% registró las capturas más bajas. Allà el 40% de las trampas están ubicadas sobre maÃces, aunque únicamente Comandante Fontana y Las Lomitas -histórico núcleo de riesgo- exhibieron detecciones relevantes.
En el Litoral predomina la ausencia de la plaga en el 73% de las localidades. Los aumentos se dieron sólo en la categorÃa de menor presencia, y casi todas las trampas están colocadas en maÃces tempranos que ya transitan estados vegetativos avanzados, fuera de la ventana crÃtica de susceptibilidad.
En la región Centro-Norte el informe destaca una acentuada ausencia del vector, con un 91% de las localidades sin capturas. El 9% restante se ubicó igualmente en los niveles más bajos, y casi dos tercios de las trampas se encuentran sobre maÃces. En el Centro-Sur, el escenario es todavÃa más favorable con un 97% de las localidades no registró detecciones y el resto se mantuvo en la mÃnima expresión.
Además se registró un relevamiento sobre la infectividad de Dalbulus maidis con Corn Stunt Spiroplasma (CSS), agente clave del complejo del achaparramiento. En este los resultados muestran que: en localidades del NOA como Los Altos (Catamarca), entre enero y octubre se registraron porcentajes de infección que oscilaron entre 7% y picos del 50% en mayo, para cerrar octubre con un 23%. Estos valores demuestran que, incluso con poca presencia de chicharrita, la infectividad puede mantenerse alta en ciertos momentos del año.
En el NEA, los análisis realizados en Pampa del Infierno y Las Breñas (Chaco) indican niveles aún más elevados, afectando en febrero un 68% de los adultos analizados portaban CSS, mientras que en julio esa proporción fue del 37% y en octubre del 33%. Estos porcentajes refuerzan la necesidad de monitoreo permanente, ya que la peligrosidad no depende sólo de cuántas chicharritas haya, sino también de cuántas de ellas estén infectadas.
A pesar de que el escenario general sea prometedor, los expertos de la Red remarcan la importancia de sostener e intensificar los monitoreos. La recomendación alcanza tanto a trampas como a cultivos, especialmente en zonas de siembras tardÃas donde la presencia de maÃces guachos podrÃa favorecer la supervivencia del vector y de los patógenos asociados.