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Camila INTA, la nueva variedad de avena blanca de alto potencial forrajero

La nueva variedad se distingue por su alta tasa de crecimiento, excelente sanidad y el ciclo más largo del mercado. Camila INTA permitirá siembras más tempranas y mayor aprovechamiento de las condiciones climáticas.

INTA Bordenave lanzó oficialmente Camila INTA, una nueva variedad de avena blanca que promete mejorar la producción de forraje en los planteos ganaderos gracias a su alta tasa de crecimiento, excelente comportamiento sanitario y un ciclo productivo más largo que el de los cultivares actualmente disponibles.

La avena es el verdeo invernal de mayor calidad forrajera y se utiliza en distintas categorías bovinas -vacas, terneros y novillos-. En este contexto, investigadores del INTA Bordenave desarrollaron un material que se diferencia por su gran altura, caña firme y un período de producción extendido, lo que habilita siembras más tempranas y un mejor aprovechamiento de las condiciones climáticas.

"Esta novedosa variedad posee un alto potencial de producción de forraje, producto de una alta tasa de crecimiento y de producción muy larga", explicó Fernando Giménez, coordinador del Programa de Cereales y Oleaginosas del INTA y obtentor de la variedad. Ensayos comparativos mostraron que Camila INTA generó más biomasa que los mejores cultivares del mercado, superándolos en muchos casos por más del 10 %.

El desarrollo de nuevas variedades es clave para mantener la resistencia frente a enfermedades como la roya de la hoja, causada por Puccinia coronata, que periódicamente quiebra la tolerancia genética existente. En ese sentido, Camila INTA incorpora nuevas fuentes de resistencia y mostró un excelente comportamiento sanitario frente a la mayoría de las razas del patógeno.

Germán González, también obtentor e investigador del INTA Bordenave, destacó que el cultivar exhibe "una alta tasa de crecimiento invernal y excelente respuesta a condiciones ambientales favorables y a la fertilización". Además, está adaptado al pastoreo intensivo, posee rebrote vigoroso y una hoja ancha que contribuye a su capacidad productiva.

Por su parte, Agustín González, investigador del mismo centro, subrayó que la variedad no solo se destaca por su ciclo largo -el más extendido del mercado-, sino también por su buena adaptación al frío y su aceptable producción de granos, comparable con otros cultivares forrajeros.

Camila INTA se siembra a fines de verano o inicios de otoño, según la región y los sistemas productivos. Su uso principal es la producción de forraje, que representa el 90% de la superficie destinada a avena en el país.