Actividad gremial

Ansias de Libertad

Nota del Vicepresidente Tercero de CRA, Juan José Galli, en la revista Las Bases del mes de Octubre.

“Pronto pa’ mellarles el filo a las rejas estos altivos tacuruses se alzan que son como celosos troperos que rondan envueltos en ponchos de chilcas bagualas la tropa arisca de mis pensamientos mis libres ideas mis chucaras ansias.” Los versos son del poema Tacuruses de Serafín J. Garcia

Extraordinaria declaración, sencilla pero brutal, la de los versos de Serafín García, esa debe ser nuestra posición ante los embates brutales y sin sentido del Gobierno Nacional y de sus esbirros provinciales convertidos, en delegados de la Presidente. Simples capataces que cumplen órdenes por las cuales reciben una mísera paga, sin importarles demasiado la suerte de los ciudadanos de sus provincias.

Por el contrario, unos y otros se suman a un proyecto populista y demagógico cuyo único fin es perpetuarse en el poder para lo cual necesitan de los recursos que les proporciona la producción agropecuaria. Y nosotros, involuntarios sostenedores de este modelo, continuamos mansamente colaborando con él sin el más mínimo atisbo de rebeldía.

De mansos sólo salen bueyes aradores y eso es lo que le conviene al Gobierno. Mansos bueyes que uncidos al yugo, sin descanso y sin rebeldía, van y vienen cultivando el terreno para llenar las arcas del Gobierno. La plata, luego, se usará para disciplinar, corromper, comprar, generar clientelismo, someter, hacer publicidad tendenciosa, etc.

Sé que no tenemos muchas alternativas pero la de entregarnos mansamente es la que menos me seduce. Si vamos a dejar el cuero al menos que sea con dignidad y rebeldía, defendiendo la tropa arisca de nuestros pensamientos y nuestras libres ideas.

Las chúcaras ansias de libertad es algo que no debemos negociar a ningún precio. ¿O es que estamos dispuestos a ceder algo de nuestra libertad en aras de una temporaria mejora económica? Si pensamos que vale la pena hacer el esfuerzo significa que estamos dispuestos a sacrificar una parte de nuestra tranquilidad en la búsqueda de fines superiores. Pero lograrlo no será gratis y menos aún estando frente a gente cargada de rencores que nos ve como un sector a doblegar y que actúa con una mentalidad propia de tres siglos atrás.

¿Cuesta mucho? No tanto que no se pueda y tan poco que no necesite un esfuerzo. Todos tenemos que involucrarnos con nuestra sociedad rural, haciéndoles ver a los dirigentes que no están solos y que la lucha es de todos, de lo contrario esos pocos se terminan cansando.

Hoy tenemos los gobernantes que nos merecemos, por error u omisión es lo que supimos conseguir. Los argentinos los hemos colocado donde están y, sinceramente, no creo que nuestro sector haya hecho demasiado para que esto no sucediera.

Es hora de darnos cuenta que de esta manera vamos rumbo a otra frustración nacional con la consiguiente postergación en el camino al desarrollo de la Argentina. Debemos cambiar el rumbo luchando con las herramientas que nos proporciona la democracia (que son muchas).

Esa deberá ser nuestra tarea en lo sucesivo. Después de nueve años de gestión, con estos interlocutores cualquier pretensión de lograr algo significativo es imposible. Se podrán lograr cosas menores, pero los cambios profundos por ahora deberán esperar.

En este sentido, lo que no hagamos nosotros no lo hará nadie. Cada uno deberá ser, “como celosos troperos que rondan”. En este caso, el destino grande de nuestro país. Entre todos no es pesado. Solo el mañero no hace fuerza.