Frente a críticas ruralistas Yahuar anunció que serán obligatorios los seguros
Desde el gobierno creen que llegó la hora de que los seguros agrícolas sean una obligación por parte del productor, cuya propensión a las coberturas sería baja incluso con los precios. Desde el sector ruralista volvieron a poner el grito en el cielo por el discurso de Cristina, aunque en 2009 frente a una sequía peor, achacaron la baja de la producción al gobierno y no a la falta de agua. La soja subió en Chicago.
El ministro de Agricultura Norberto Yauhar adelantó en declaraciones radiales que es necesario avanzar para que el seguro sea obligatorio a todos los sectores de la producción agropecuaria. Esa habría sido la indicación que el lunes anticipó la presidenta de la nación cuando sostuvo que gracias a dios la lluvia caída había aplacado los efectos de la sequía de catastróficos a mínimos.
La Presidenta nos ha dado instrucciones de que trabajemos con el Banco de la Nación y las aseguradoras en el armado de un paquete de seguros que ofrezca la gama que el productor necesite, dijo en declaraciones a radio Continental.
Yauhar diferenció los casos imprevisibles como los del volcán Puyehue en la Patagonia o una gran inundación, de los sucesos de ocurrencia frecuente que corre la producción agropecuaria como las heladas, el granizo y la sequía, que sí pueden ser asegurados.
El ministro trazó un paralelismo entre la obligatoriedad de contratar seguros para quien trabaja con vehículos automotores y los agricultores. Esto es comenzar a pensar un país distinto y ayudar a que el productor tenga mayor previsibilidad, más allá de las contingencias climáticas, opinó.
En la última década al menos una veintena de proyectos de ley sobre seguros agropecuarios fueron presentados en sendas Cámaras legislativas del Parlamento nacional. Desde los más encumbrados oficialistas, como el ahora gobernador Jorge Capitanich, hasta los bloques de la oposición, como el radical vieron una y otra vez sus proyectos caer en la oscuridad del archivo.
La realidad del clima parece nuevamente poner en la agenda política la necesidad de tener una cobertura de riesgo razonable para una producción representa más de la mitad de las exportaciones totales si a la producción de granos se suma la agroindustria.
Más de lo mismo
Este miércoles más entidades ruralistas se sumaron a la catarata de críticas sobre el efecto mínimo de la sequía en el discurso pronunciado el lunes por Cristina Kirchner. A un abanico de comunicados de Cartez, Carbap, la SRA, y la FAA, se sumaron las de CRA y las de la SR de Rosario.
Los nuevos comunicados ruralistas reflejan el mismo tono y similares conceptos que en las versiones de sus entidades colegas, al hacer foco en lo inaceptable que un gobierno no reconozca la realidad, que desde el punto de vista ruralista se asienta en la magnificación de los efectos de la sequía.
Desde CRA se vieron en la necesidad de explicar que no los mueve el ánimo de polemizar inútilmente sobre los dichos presidenciales por la sequía pero resulta imposible aceptar una generalización que no se sustenta en los que realmente pasa con el clima, la producción y la rentabilidad del sector agropecuario.
Los de CRA abundan en opinión infiel sobre la realidad vertidos por la presidenta que se oponen, dicen, a una correcta lectura de las provincias que desesperadamente decretaron en sus distritos la emergencia. También culpa por mora a Cristina Kirchner por no regular el mercado de seguro que ofrezca productos contra la sequía.
La novedad es que CRA reclame al kirchnerismo que regulación de una actividad vinculada al sector agropecuario después de ocho años de clamar por una menor intervención del Estado distorsiva en especial del periodo iniciado en 2003.
A su turno la Sociedad Rural de Rosario también se vio compelida a responder a la Jefa de Estado y explicar a la población que la sequía es grande y dañina para productores y ciudadanos.
Los rosarinos negaron que el daño haya sido mínimo. Y remarcaron que la producción de granos caerá este año un 15 por ciento, en tanto que la ganadería, los cultivos regionales y la producción lechera también están muy afectados.
Las entidades reclaman responsabilidad y cifras ciertas por parte del gobierno al momento de medir resultados económicos, que permitan ser la base objetiva para alcanzar otras metas.
No puede soslayarse, igualmente, que el pecado original acerca de hacer lecturas parciales sobre la realidad en relación a la sequía provino de la misma dirigencia agropecuaria.
En 2009 fueron los mismos dirigentes y entidades los que minimizaron el efecto de una sequía (peor a la de la presenta campaña) cuando auguraron desde palcos y tribunas centenarias que por culpa del gobierno (y no de la falta de agua) la Argentina tendría que importar trigo, leche y carne en los años venideros.
Entre tanto los operadores internacionales ignoraron olímpicamente en el mercado de futuros de Chicago los efectos dramáticos de la sequía local. En los Estados Unidos bajó el precio del maíz (el cultivo más castigado en la Argentina), al igual que los del trigo por mayor oferta mundial.
En cambio los futuros de soja cerraron en alza por cuarta jornada consecutiva" a 462,98 dólares para la posición mayo. Así el precio quedó "muy cerca de un máximo de casi cuatro meses gracias a la activa demanda de exportación para la soja estadounidense y a las preocupaciones por el clima en Brasil indicó la Bolsa de Comercio de Rosario. En la plaza local la soja se pagó sin variaciones, igual que el día martes 1.360 pesos la tonelada.