CUYO: “En Mendoza la cría puede tener rentabilidad en campos de más de 7 mil hectáreas” Asegura que en la provincia el nivel de inversión en tecnología ganadera es bajísimo. Cree necesario trabajar sobre el destete precoz del animal.
Fabio Tacchini es investigador y catedrático especializado en producción animal. Está al frente del Departamento de Producción Agropecuaria de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, y es referente sobre estos temas en la región.
-¿Queda margen para mejorar la productividad de la ganadería de cría en el árido mendocino?
-Queda mucho margen. Por un lado, porque la mayor porción del territorio de la provincia de Mendoza no puede tener, en la práctica, otro destino que no sea la producción ganadera. Por otro, por lo que se puede mejorar en cada establecimiento, que es bastante.
-¿Cómo describe ese potencial escenario?
-Con respecto al territorio, hay que tener en cuenta que, de las 15 millones de hectáreas que ocupa el territorio de Mendoza, 9 millones (esto es el 85%) son aptas para ganadería. Los oasis irrigados, en tanto, suman unas 450.000 hectáreas, es decir, alrededor del 3% del territorio provincial.
Quiero decir con esto que, sin dudas, tenemos dónde hacerlo.
-¿Con respecto al margen de mejora en cada establecimiento?
-Bueno, cuando uno va a los números, y ve que el promedio de destete es de entre el 45% y el 50%, queda en evidencia que los niveles tecnológicos aplicados a la cría son bajísimos. Podría decirse que es una actividad prácticamente extractiva, esto es, largar los animales y salir después a recolectar los terneros que se pueda.
-Eso, en términos generales, porque habrá mejores performances.
-Sí, por supuesto, pero los que obtienen índices mayores no son suficientes como para hacer variar la media. Consideremos que ese valor medio provincial implica que hay muchos campos donde se logra apenas el 30% el 35% de destete promedio. Mientras que otros trabajan de otra manera, llegan al 60% o al 70%.
-¿Qué hacer para aprovechar ese margen de mejora?
-Cuando el negocio es la cría, el objetivo es lograr la mayor cantidad de terneros posible en cada zafra. Para lograr eso, la mayor cantidad de vacas del rodeo debe quedar preñada, y para que quede preñada, debe llegar al momento del entore con el estado corporal adecuado.
Si la vaca no está bien alimentada no va a entrar en celo y, lógicamente, no se va a preñar. De manera que tiene que llegar con un estado suficiente para que se active el proceso biológico, esto es una Condición Corporal 5, en una escala del 0 al 9.
-¿En qué medida esto cambiará las cosas?
-Cuando los productores apunten a que ese animal llegue al parto con ese estado corporal, los índices van a cambiar sustancialmente, y hacer eso implica incorporar un poco de tecnología, como suplementación (de la dieta), destete precoz, saber sacar los animales cuando hace falta y suplementarlos en un corral, dentro mismo del campo, en los años críticos. En fin, una serie de medidas que los números dan para hacerlas.
-¿Hasta qué punto dan los números para suplementar la dieta de los terneros en el campo?
-Y, con el precio del ternero de 33 a 36 pesos (y más también, en algunos casos) y el valor que tiene el maíz, se puede. La cuenta es sencilla: para “hacer” un kilo de ternero, necesito alrededor de 5 kilos de maíz. Con un maíz a 3 pesos el kilo son 15 pesos. Frente al precio que tiene el ternero, no es para pensarlo mucho.
-¿Esto debería hacerse en el campo?
-Claro, porque tiene una ventaja sobre la opción de meter al ternero en un feedlot, donde hay costos fijos en infraestructura, mano de obra, etc. Estoy hablando del screep fedd, que consiste en poner una barrera a cierta altura para que puedan salir solamente los terneros por un escamoteador y las vacas no. Cuando la vaca baja al agua, el ternero aprovecha y va comiendo algunos gramos.
-¿Aun así, la diferencia se nota?
-No es que con esto el productor vaya a hacer el gran negocio pero, reitero, si cada 5 kilos que consuman voy a estar haciendo un kilo de ternero, quiere decir que voy a gastar 15 pesos y voy a levantar 33, 35, 36 o lo que valga el ternero en ese momento. Son muy pocos los productores que lo hacen, y realmente conviene. Porque se puede hacer un peso y enseñarles a comer a los terneros, y cuando se va a vender son animales que ya saben comer en corral.
Eso significa que el que los va a comprar está dispuesto a pagar un poco más, o por lo menos a elegir ese lote de terneros para llevarse, porque van a sufrir menos estrés cuando los lleve a los comederos.
-Ahora, ¿la cría bovina, en el secano de Mendoza, es rentable por sí misma, o necesita del aporte de otras actividades?
-La cría puede empezar a encontrar rentabilidad en campos de 7.000 hectáreas o más. Nosotros hemos hecho un estudio del que, en realidad, surge que sobre 20.000 hectáreas es la unidad para tener un campo ganadero, porque diluye suficientemente los costos fijos y permite mejor rentabilidad. Yo diría que esa es la unidad para tener un campo ganadero.
-¿Eso dependerá del régimen de lluvias?
-Exacto. Estoy hablando de la franja Este de la provincia de Mendoza. De Santa Rosa, de La Paz, del este de San Rafael y de todo General Alvear. Deben ser 3 o 4 millones de hectáreas de campos con una receptividad de alrededor de 20 hectáreas por equivalente vaca.
Perfil
FABIO TACCHINI WELKERLING (54). M.Sc. Ing. Agr. director de la Maestría en Producción Ganadera en Zonas Áridas. Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Cuyo.
Fabio Tacchini es investigador y catedrático especializado en producción animal. Está al frente del Departamento de Producción Agropecuaria de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, y es referente sobre estos temas en la región.
-¿Queda margen para mejorar la productividad de la ganadería de cría en el árido mendocino?
-Queda mucho margen. Por un lado, porque la mayor porción del territorio de la provincia de Mendoza no puede tener, en la práctica, otro destino que no sea la producción ganadera. Por otro, por lo que se puede mejorar en cada establecimiento, que es bastante.
-¿Cómo describe ese potencial escenario?
-Con respecto al territorio, hay que tener en cuenta que, de las 15 millones de hectáreas que ocupa el territorio de Mendoza, 9 millones (esto es el 85%) son aptas para ganadería. Los oasis irrigados, en tanto, suman unas 450.000 hectáreas, es decir, alrededor del 3% del territorio provincial.
Quiero decir con esto que, sin dudas, tenemos dónde hacerlo.
-¿Con respecto al margen de mejora en cada establecimiento?
-Bueno, cuando uno va a los números, y ve que el promedio de destete es de entre el 45% y el 50%, queda en evidencia que los niveles tecnológicos aplicados a la cría son bajísimos. Podría decirse que es una actividad prácticamente extractiva, esto es, largar los animales y salir después a recolectar los terneros que se pueda.
-Eso, en términos generales, porque habrá mejores performances.
-Sí, por supuesto, pero los que obtienen índices mayores no son suficientes como para hacer variar la media. Consideremos que ese valor medio provincial implica que hay muchos campos donde se logra apenas el 30% el 35% de destete promedio. Mientras que otros trabajan de otra manera, llegan al 60% o al 70%.
-¿Qué hacer para aprovechar ese margen de mejora?
-Cuando el negocio es la cría, el objetivo es lograr la mayor cantidad de terneros posible en cada zafra. Para lograr eso, la mayor cantidad de vacas del rodeo debe quedar preñada, y para que quede preñada, debe llegar al momento del entore con el estado corporal adecuado.
Si la vaca no está bien alimentada no va a entrar en celo y, lógicamente, no se va a preñar. De manera que tiene que llegar con un estado suficiente para que se active el proceso biológico, esto es una Condición Corporal 5, en una escala del 0 al 9.
-¿En qué medida esto cambiará las cosas?
-Cuando los productores apunten a que ese animal llegue al parto con ese estado corporal, los índices van a cambiar sustancialmente, y hacer eso implica incorporar un poco de tecnología, como suplementación (de la dieta), destete precoz, saber sacar los animales cuando hace falta y suplementarlos en un corral, dentro mismo del campo, en los años críticos. En fin, una serie de medidas que los números dan para hacerlas.
-¿Hasta qué punto dan los números para suplementar la dieta de los terneros en el campo?
-Y, con el precio del ternero de 33 a 36 pesos (y más también, en algunos casos) y el valor que tiene el maíz, se puede. La cuenta es sencilla: para “hacer” un kilo de ternero, necesito alrededor de 5 kilos de maíz. Con un maíz a 3 pesos el kilo son 15 pesos. Frente al precio que tiene el ternero, no es para pensarlo mucho.
-¿Esto debería hacerse en el campo?
-Claro, porque tiene una ventaja sobre la opción de meter al ternero en un feedlot, donde hay costos fijos en infraestructura, mano de obra, etc. Estoy hablando del screep fedd, que consiste en poner una barrera a cierta altura para que puedan salir solamente los terneros por un escamoteador y las vacas no. Cuando la vaca baja al agua, el ternero aprovecha y va comiendo algunos gramos.
-¿Aun así, la diferencia se nota?
-No es que con esto el productor vaya a hacer el gran negocio pero, reitero, si cada 5 kilos que consuman voy a estar haciendo un kilo de ternero, quiere decir que voy a gastar 15 pesos y voy a levantar 33, 35, 36 o lo que valga el ternero en ese momento. Son muy pocos los productores que lo hacen, y realmente conviene. Porque se puede hacer un peso y enseñarles a comer a los terneros, y cuando se va a vender son animales que ya saben comer en corral.
Eso significa que el que los va a comprar está dispuesto a pagar un poco más, o por lo menos a elegir ese lote de terneros para llevarse, porque van a sufrir menos estrés cuando los lleve a los comederos.
-Ahora, ¿la cría bovina, en el secano de Mendoza, es rentable por sí misma, o necesita del aporte de otras actividades?
-La cría puede empezar a encontrar rentabilidad en campos de 7.000 hectáreas o más. Nosotros hemos hecho un estudio del que, en realidad, surge que sobre 20.000 hectáreas es la unidad para tener un campo ganadero, porque diluye suficientemente los costos fijos y permite mejor rentabilidad. Yo diría que esa es la unidad para tener un campo ganadero.
-¿Eso dependerá del régimen de lluvias?
-Exacto. Estoy hablando de la franja Este de la provincia de Mendoza. De Santa Rosa, de La Paz, del este de San Rafael y de todo General Alvear. Deben ser 3 o 4 millones de hectáreas de campos con una receptividad de alrededor de 20 hectáreas por equivalente vaca.
Perfil
FABIO TACCHINI WELKERLING (54). M.Sc. Ing. Agr. director de la Maestría en Producción Ganadera en Zonas Áridas. Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Cuyo.