El presidente de CRA, Dardo Chiesa, recorrió distintas zonas productivas de la provincia de Misiones, dentro de un viaje que incluyó visitas a establecimientos yerbateros, madereros y ganaderos y reuniones con productores locales. Además Chiesa fue recibido junto al dirigente de CRA en Misiones Gabriel Montiel por el gobernador de la provincia Hugo Mario Passalacqua, entre otras autoridades locales.
En conferencia de prensa el presidente de CRA habló sobre la ganadería en la provincia y remarcó que Misiones "duplicó su ganado en el momento en que Argentina tuvo importantes pérdidas lo que demuestra que desde el 2000 en adelante se han hecho bien las cosas en la provincia".
En ese sentido remarcó que "si queremos que la ganadería crezca, hay que hacer algo con las economías informales, porque eso complica a todos y favorece solo a algunos que se aprovechan de la situación". Además agregó que hace falta más presencia del Estado a la hora de llevar a cabo los controles. "A los que agarran en la ilegalidad los deben penalizar, porque es un delito lo que hacen, no sirve solo una multa", insistió.
Chiesa también remarcó que "la diversidad de producciones que tiene Misiones la hace muy especial. Tiene mucho potencial. Hay problemas estructurales y económicos que hay que saber resolver. Una vez que se solucione, se pueden lograr cosas aún más grandes".
Crecimiento en stock
En el 2000 la provincia de Misiones contaba con 200 mil cabezas de ganado vacuno y hoy a 17 años el stock se duplicó entre 430 a 460 mil cabezas, pese a que no es una provincia tradicional en ganadería, advirtieron desde la Sociedad Rural Misiones. Gabriel Montiel, presidente de la Confederación Rural de Misiones elogió al Gobierno Nacional por las medidas en ganadería que "reactivaron la actividad en nuestra provincia y comentó que, a diferencia de Nación donde se perdieron 12 millones de cabezas, Misiones duplicó la producción de ganado. Antes solo la zona sur era ganadera y ahora se da en toda la provincia".
Sin embargo Montiel advirtió que aún faltan estímulos, incorporación de vientres y genética de otras provincias. "Es una traba", comentó y agregó que también faltan análisis y estudios de pastura para abaratar costos. Un porcentaje se consume en el mercado interno, otro se exporta y tiempo después vuelve como carne, manifestó para el medio local Misionescuatro.
