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Molinos y Siderar también acuerdan pagar menos dividendos

Reducen sensiblemente el dinero a repartir entre sus accionistas. La ANSeS acompañó la decisión de la firma de los Rocca pero rechazó la de la alimenticia de los Perez Companc.

Las presiones de funcionarios de primera línea del Gobierno y de los representantes de la ANSeS en las empresas más grandes del país para evitar el pago de ganancias entre sus accionistas o por lo menos disminuir los montos a repartir tuvieron eco entre dos de las familias más ricas de la Argentina que aprobaron distribuir menos ganancias en dos de sus empresas más emblemáticas.
Se trata de los Rocca y los Perez Companc, quienes respaldaron el reparto en Siderar y en Molinos Río de la Plata respectivamente, aunque ambos casos tienen matices que los hacen sensiblemente diferentes. En especial ante la postura de los accionistas del Estado en las asambleas realizadas en las dos compañías para definir la distribución de esos dividendos.
En Siderar, los representantes de las acciones de la ANSeS (25,97%), acompañaron la decisión de la siderúrgica controlada por la corporación Ternium, propiedad del Grupo Techint. La decisión se tomó ayer, en una asamblea de accionistas que acordó destinar el 80% de sus ganancias de 2011 ($ 1.090 millones) a una reserva para futuras inversiones y otros $ 180 millones para el pago de dividendos en efectivo. El monto es ocho veces menor a lo repartido el año pasado cuando ganó $1.341 millones. En esta compañía, el viceministro de Economía y ahora interventor de YPF, Axel Kicillof, es uno de los delegados de la ANSeS.
La diferencia con el caso Molinos es que, en la alimenticia de los Perez Companc, donde el organismo a cargo de administrar las jubilaciones controla el 19,9% de las acciones, el reparto de dividendos no fue convalidado por el Estado. Sus representantes votaron en contra de distribuir dividendos por $ 88 millones en efectivo, durante una asamblea que se llevó a cabo el miércoles pasado.
La oposición surgió debido a que Molinos también ofreció a sus accionistas la posibilidad de percibir parte de ese dinero en dólares y transferirlos a una cuenta bancaria en Estados Unidos. Pero esta fórmula no es nueva. Ya el año pasado y en 2010 Molinos le propuso a sus accionistas cobrar parte de las ganancias en dólares.
El miércoles, la empresa envió una nota a la Bolsa de Comercio, en la cual informa que de los $ 88 millones que repartirá en base a las ganancias del ejercicio 2011 que llegaron a $ 376 millones, $ 66 millones podrán ser cobrados en dólares y depositados, mediante una transferencia, en una cuenta bancaria en Nueva York. Los otros $ 22 millones sólo podrán ser cobrados por los accionistas en pesos.
Si bien tanto Siderar como Molinos vienen teniendo relaciones cambiantes con el Gobierno, la siderúrgica de los Rocca parece haber logrado equilibrar el saldo de este vínculo, luego enfrentar en 2011 una disputa legal y política con el Gobierno por el aumento de directores del Estado.
En tanto, la alimenticia de los Perez Companc, que entre el año pasado y este año terminará invirtiendo $ 1.300 millones para ampliar todas sus operaciones en el país, no parece encontrar la fórmula que la acerque al humor kirchnerista.
El mes pasado, sus oficinas fueron allanadas por la AFIP tras una denuncia por evasión, y el año pasado el mismo organismo la había suspendido del registro de operadores cerealeros por supuestos incumplimientos de obligaciones y beneficios fiscales.
Ni siquiera la decisión de la asamblea del miércoles de distribuir una suma sensiblemente menor a la de 2011 ha generado más simpatías entre los funcionarios del Gobierno. Es que los $ 88 millones anunciados hace dos días quedan lejos de los $ 254 millones que distribuyó entre sus accionistas el año pasado.