Se detectó en Estados Unidos un nuevo caso de "vaca loca"Podría afectar sus importaciones y la incógnita es saber quiénes cubrirán ese faltante.
Un nuevo caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), o "mal de la vaca loca", fue detectado ayer en un animal lechero de un establecimiento en California, Estados Unidos, según informó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), lo que abre interrogantes en los mercados, principalmente de carnes vacunas y de granos forrajeros.
Tras conocerse la novedad, el servicio sanitario del USDA tranquilizó a la población al informar que el vacuno, de la raza Holstein (en la Argentina, Holando), fue encontrado en una planta procesadora que toma los animales muertos o enfermos y los transforma en productos no comestibles, como jabón y solventes.
La EEB es una enfermedad que el vacuno contrae al comer alimentos sobre la base de harinas de sangre o carne vacuna de animales contagiados. Sin embargo, para este nuevo caso el USDA duda de que el animal se haya enfermado por el consumo de alimentos contaminados.
En las personas, la enfermedad se manifiesta como una de las variantes del mal de Creutzfeldt Jakob, que afecta el cerebro y puede ser mortal. Sólo en el Reino Unido, causó la muerte de cien personas.
La Argentina fue declarada libre de EEB por la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) junto con Uruguay, Singapur e Islandia en mayo de 2004.
El "mal de la vaca loca" se ha transformado desde su aparición, en 1986, en la zoonosis más temida en el nivel internacional y ha provocado el cierre de mercados, con graves consecuencias económicas.
Por este nuevo caso, Estados Unidos -que tuvo el primer episodio en 2003- empezó a notificar a las autoridades internacionales de sanidad animal y a sus socios comerciales, pero dijo que el descubrimiento no debería afectar las exportaciones de carne del país.
Ayer, la filial estadounidense de JBS, el mayor frigorífico del mundo, dijo que confiaba en que las exportaciones de carne de Estados Unidos, que subieron a un récord el año pasado, no se verán afectadas.
Sin embargo, las dudas en el mercado existen. "La preocupación es que los países importadores podrían prohibir las compras de la zona afectada", dijo Shawn McCambridge, analista de granos de Jefferies Bache.
Mercados
La noticia tuvo impacto dispar en la Argentina. Mientras el consultor privado Víctor Tonelli sugiere que un eventual cierre de los mercados para las carnes norteamericanas puede transformarse en una oportunidad para la producción local, el presidente del Consorcio Exportador de Carnes (ABC), Mario Ravettino, recordó que nunca la aparición de la EEB en otros países repercutió en un aumento de las exportaciones argentinas.
"Igual hay que esperar cuál será la reacción internacional. Pero la última vez Estados Unidos fue sacado violentamente del mercado", dijo Tonelli a La Nacion.
Recordó el consultor que tras ese último foco de la enfermedad, Estados Unidos comenzó a recuperar el mercado. "El año pasado participó con un millón de toneladas en un mercado mundial de 7,5 millones de toneladas. Si cierran sus exportaciones, será un tema de fuerte impacto internacional. Y aquí es donde se puede presentar una oportunidad para la Argentina", explicó Tonelli.
Otra ocasión la presenta la codiciada cuota de feedlot autorizada en 2009 por la Unión Europea. "Mientras la Argentina está haciendo cola para ingresar en esa cuota, que a partir del 1° de julio de este año ascenderá a 45.000 toneladas, Estados Unidos participa con el 80 por ciento", dijo el consultor.
Por su parte, el vicepresidente de Panagrícola SA, Ricardo Baccarin, dijo que ésta "no es una buena noticia para el mercado de los forrajes, en general, que incluyen el maíz, la harina de soja y otros granos".
Dijo que si cae el consumo de carne por el temor a la enfermedad, se puede provocar una suerte de liquidación de ganado en el mercado y habrá menor necesidad de forraje. "Posiblemente mañana (por hoy) se refleje en una baja en el mercado de granos de Chicago", concluyó Baccarin.
Agencias Reuters y AFP .
Un nuevo caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), o "mal de la vaca loca", fue detectado ayer en un animal lechero de un establecimiento en California, Estados Unidos, según informó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), lo que abre interrogantes en los mercados, principalmente de carnes vacunas y de granos forrajeros.
Tras conocerse la novedad, el servicio sanitario del USDA tranquilizó a la población al informar que el vacuno, de la raza Holstein (en la Argentina, Holando), fue encontrado en una planta procesadora que toma los animales muertos o enfermos y los transforma en productos no comestibles, como jabón y solventes.
La EEB es una enfermedad que el vacuno contrae al comer alimentos sobre la base de harinas de sangre o carne vacuna de animales contagiados. Sin embargo, para este nuevo caso el USDA duda de que el animal se haya enfermado por el consumo de alimentos contaminados.
En las personas, la enfermedad se manifiesta como una de las variantes del mal de Creutzfeldt Jakob, que afecta el cerebro y puede ser mortal. Sólo en el Reino Unido, causó la muerte de cien personas.
La Argentina fue declarada libre de EEB por la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) junto con Uruguay, Singapur e Islandia en mayo de 2004.
El "mal de la vaca loca" se ha transformado desde su aparición, en 1986, en la zoonosis más temida en el nivel internacional y ha provocado el cierre de mercados, con graves consecuencias económicas.
Por este nuevo caso, Estados Unidos -que tuvo el primer episodio en 2003- empezó a notificar a las autoridades internacionales de sanidad animal y a sus socios comerciales, pero dijo que el descubrimiento no debería afectar las exportaciones de carne del país.
Ayer, la filial estadounidense de JBS, el mayor frigorífico del mundo, dijo que confiaba en que las exportaciones de carne de Estados Unidos, que subieron a un récord el año pasado, no se verán afectadas.
Sin embargo, las dudas en el mercado existen. "La preocupación es que los países importadores podrían prohibir las compras de la zona afectada", dijo Shawn McCambridge, analista de granos de Jefferies Bache.
Mercados
La noticia tuvo impacto dispar en la Argentina. Mientras el consultor privado Víctor Tonelli sugiere que un eventual cierre de los mercados para las carnes norteamericanas puede transformarse en una oportunidad para la producción local, el presidente del Consorcio Exportador de Carnes (ABC), Mario Ravettino, recordó que nunca la aparición de la EEB en otros países repercutió en un aumento de las exportaciones argentinas.
"Igual hay que esperar cuál será la reacción internacional. Pero la última vez Estados Unidos fue sacado violentamente del mercado", dijo Tonelli a La Nacion.
Recordó el consultor que tras ese último foco de la enfermedad, Estados Unidos comenzó a recuperar el mercado. "El año pasado participó con un millón de toneladas en un mercado mundial de 7,5 millones de toneladas. Si cierran sus exportaciones, será un tema de fuerte impacto internacional. Y aquí es donde se puede presentar una oportunidad para la Argentina", explicó Tonelli.
Otra ocasión la presenta la codiciada cuota de feedlot autorizada en 2009 por la Unión Europea. "Mientras la Argentina está haciendo cola para ingresar en esa cuota, que a partir del 1° de julio de este año ascenderá a 45.000 toneladas, Estados Unidos participa con el 80 por ciento", dijo el consultor.
Por su parte, el vicepresidente de Panagrícola SA, Ricardo Baccarin, dijo que ésta "no es una buena noticia para el mercado de los forrajes, en general, que incluyen el maíz, la harina de soja y otros granos".
Dijo que si cae el consumo de carne por el temor a la enfermedad, se puede provocar una suerte de liquidación de ganado en el mercado y habrá menor necesidad de forraje. "Posiblemente mañana (por hoy) se refleje en una baja en el mercado de granos de Chicago", concluyó Baccarin.
Agencias Reuters y AFP .