Trompadas entre representantes del agro y La CámporaDesde el intercambio de golpes entre la policía y militantes de La Cámpora que pretendían ocupar los palcos el pasado diciembre, incidentes que enturbiaron la jura del gobernador bonaerense Daniel Scioli y de su vice Gabriel Mariotto; la Bonaerense no había vuelto a custodiar el interior de la Legislatura provincial. Por orden del ex titular de la Afsca, la seguridad dentro del edificio había quedado en manos de militantes de la agrupación juvenil, cuyo líder espiritual es el hijo presidencial Máximo Kirchner. Hasta ayer. Los centenares de ruralistas que ayer protestaban contra la reforma impositiva (ver aparte), lograron romper una reja y estuvieron al borde de ingresar al Palacio. Militantes de La Cámpora y efectivos de seguridad formaron un cordón para evitarlo pero algunos manifestantes pudieron flanquearlo y copar la playa de estacionamiento. La pelea llegó hasta una de las puertas. El intercambio de golpes de puños replicó en acusaciones cruzadas: heridos de un lado y el otro.
Con la ayuda policial, los jóvenes K impidieron que el escándalo se trasladara al recinto ya que contuvieron al grueso de los manifestantes. Desde adentro, con las mangueras de emergencia, arrojaban agua hacia el exterior.
Desde el intercambio de golpes entre la policía y militantes de La Cámpora que pretendían ocupar los palcos el pasado diciembre, incidentes que enturbiaron la jura del gobernador bonaerense Daniel Scioli y de su vice Gabriel Mariotto; la Bonaerense no había vuelto a custodiar el interior de la Legislatura provincial. Por orden del ex titular de la Afsca, la seguridad dentro del edificio había quedado en manos de militantes de la agrupación juvenil, cuyo líder espiritual es el hijo presidencial Máximo Kirchner. Hasta ayer. Los centenares de ruralistas que ayer protestaban contra la reforma impositiva (ver aparte), lograron romper una reja y estuvieron al borde de ingresar al Palacio. Militantes de La Cámpora y efectivos de seguridad formaron un cordón para evitarlo pero algunos manifestantes pudieron flanquearlo y copar la playa de estacionamiento. La pelea llegó hasta una de las puertas. El intercambio de golpes de puños replicó en acusaciones cruzadas: heridos de un lado y el otro.
Con la ayuda policial, los jóvenes K impidieron que el escándalo se trasladara al recinto ya que contuvieron al grueso de los manifestantes. Desde adentro, con las mangueras de emergencia, arrojaban agua hacia el exterior.