AgroNoticias

Vía libre para las bodegas más grandes

La decisión del Gobierno de flexibilizar los plazos para exportar fue recibida con moderado entusiasmo por las bodegas. En la industria vitivinícola destacaron que la ampliación de los plazos es una condición indispensable para asegurar la continuidad de las operaciones de comercio exterior del rubro, aunque a la vez denuncian que la presencia del vino argentino en los mercados internacionales está cada vez más amenazada por la inflación en dólares.

En la lista de empresas autorizadas ayer para liquidar sus exportaciones en un plazo de 180 días figuran una docena y media de bodegas, incluyendo varias de las compañías líderes del rubro, como Norton, Dante Robino, Peñaflor, Escorihuela y La Rural (grupo Catena), Nieto Senetiner (Molinos) y Trivento (la filial argentina del grupo chileno Concha y Toro). Estos nombres se suman a los de Bodegas Esmeralda, Luigi Bosca y Viña Doña Paula, de la chilena Santa Rita, que recibieron la misma autorización la semana pasada. "La buena noticia es que los pedidos para flexibilizar los plazos están saliendo, y si bien hubo algunos inconvenientes técnicos en las presentaciones realizadas por algunas empresas, en la mayoría de los casos los trámites están avanzando sin grandes problemas", señaló Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina.

En la industria vitivinícola destacan que en la actualidad existen 364 bodegas argentinas que exportan parte o la totalidad de su producción. Pero dentro de ese número sólo las 60 más grandes realizan exportaciones por un valor superior a los US$ 2 millones anuales, con lo cual sus operaciones habían quedado sujetas a la resolución 142, que inicialmente establecía un plazo de quince días para liquidar todas las exportaciones. "Todavía hay un grupo de 30 o 40 bodegas a las que no les ampliaron los plazos, pero estamos confiados en que estos temas van a salir. Lo que nos preocupa es que las exportaciones de los vinos argentinos están cada vez más complicadas, no por estas normas sino por el aumento de los costos de producción, que crecen a una tasa del 25% anual, mientras que el dólar se revalúa al 5%", advirtió Pina.

La pérdida de competitividad ya se refleja en las estadísticas nacionales de exportación. De acuerdo con los datos aportados por la consultora especializada Caucasia, las ventas al exterior de vino embotellado argentino en los primeros cuatro meses de 2012 retrocedieron en volumen un 5 por ciento.