De la luz a los pollos, la larga lista de recortesEl Gobierno busca cómo reducir la masa de subsidios
La quita del subsidio a los peajes del transporte de pasajeros es el último (hasta ahora) eslabón de la larga cadena de recortes que ya tocaron a los servicios de luz, gas y transporte y a los alimentos.
El año pasado el Gobierno gastó en subsidios cerca de 75.000 millones de pesos, de los cuales casi 52.000 millones correspondieron al transporte y a la energía. En el presupuesto 2012 se proponía elevar la masa de subsidios a 75.000 millones, aunque quizá termine siendo una cifra menor si continúa adelante la política de ajuste que el Gobierno denomina "sintonía fina".
La ola de recortes comenzó en noviembre, con la decisión de eliminar los subsidios a la energía que consumen industrias de alta rentabilidad, como las agroquímicas, aceiteras, mineras, petroleras, bancos, casinos y telefónicas, entre otras. El Gobierno informó que se ahorrarían unos $ 4000 millones con esta medida.
Luego llegaron los recortes al subsidio de la luz y el gas en barrios caros, como Puerto Madero y Barrio Parque, y en countries. Se trata de unos $ 400 millones, más otros 30 millones de pesos que representa el ahorro de los 22.000 usuarios que renunciaron voluntariamente a los subsidios.
También hubo un recorte de unos $ 230 millones en subsidios que correspondían a consumos energéticos de organismos del gobierno porteño y del alumbrado público en la Capital Federal. Y luego se anunció una ampliación de la quita de subsidios a torres y otros barrios de la Capital y el Gran Buenos Aires, por 137 millones.
En materia de transporte, hubo un recorte de unos 400 millones al gasoil para colectivos de larga distancia y un anuncio de que a partir del 10 de febrero dejarían de subsidiarse los pasajes de tren y colectivos urbanos que no se abonen con tarjeta SUBE. Además, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, resolvió eliminar los subsidios a la producción de pollo y harina de trigo, los últimos que quedaban en el rubro alimentos. Se trata de un ahorro previsto de unos $ 3000 millones anuales.
La quita del subsidio a los peajes del transporte de pasajeros es el último (hasta ahora) eslabón de la larga cadena de recortes que ya tocaron a los servicios de luz, gas y transporte y a los alimentos.
El año pasado el Gobierno gastó en subsidios cerca de 75.000 millones de pesos, de los cuales casi 52.000 millones correspondieron al transporte y a la energía. En el presupuesto 2012 se proponía elevar la masa de subsidios a 75.000 millones, aunque quizá termine siendo una cifra menor si continúa adelante la política de ajuste que el Gobierno denomina "sintonía fina".
La ola de recortes comenzó en noviembre, con la decisión de eliminar los subsidios a la energía que consumen industrias de alta rentabilidad, como las agroquímicas, aceiteras, mineras, petroleras, bancos, casinos y telefónicas, entre otras. El Gobierno informó que se ahorrarían unos $ 4000 millones con esta medida.
Luego llegaron los recortes al subsidio de la luz y el gas en barrios caros, como Puerto Madero y Barrio Parque, y en countries. Se trata de unos $ 400 millones, más otros 30 millones de pesos que representa el ahorro de los 22.000 usuarios que renunciaron voluntariamente a los subsidios.
También hubo un recorte de unos $ 230 millones en subsidios que correspondían a consumos energéticos de organismos del gobierno porteño y del alumbrado público en la Capital Federal. Y luego se anunció una ampliación de la quita de subsidios a torres y otros barrios de la Capital y el Gran Buenos Aires, por 137 millones.
En materia de transporte, hubo un recorte de unos 400 millones al gasoil para colectivos de larga distancia y un anuncio de que a partir del 10 de febrero dejarían de subsidiarse los pasajes de tren y colectivos urbanos que no se abonen con tarjeta SUBE. Además, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, resolvió eliminar los subsidios a la producción de pollo y harina de trigo, los últimos que quedaban en el rubro alimentos. Se trata de un ahorro previsto de unos $ 3000 millones anuales.