Radiografía del ajoProductores mendocinos mostraron
los números finos de un sector que sufre por la inflación
Por Sandra Capocchi/ Las Bases
Los productores de ajo de Mendoza conformaron una mesa de trabajo para analizar las condiciones para la actividad que se inicia en el mes de marzo. En la sede de la Sociedad Rural del Valle de Uco los ajeros presentaron la problemática que se presenta para la campaña 2013/14, reconociéndola como “muy compleja”.
Los altos costos de producción, con un fuerte impacto en los precios de los insumos inciden fuertemente a la hora de tomar decisiones para la próxima siembra.
La importancia de lograr la rentabilidad en este producto se debe a que con el ajo es el primer dinero que obtienen los productores, debido a que su trabajo se desarrolla en invierno.
En la temporada pasada el precio osciló entre $1,80 y $2 el kilo en verde debido una situación particular de la producción Especial para LAS BASES china, y la menor producción local disponible por la disminución de un 46% de superficie con respecto a la campaña anterior.
Sin embargo, la rentabilidad del ajo en el mercado local presentó un margen mínimo para que los productores de Mendoza, principalmente los del Valle de Uco donde se concentra el 57% de la superficie provincial, puedan planificar la próxima campaña.
Según la expectativa de costos de producción de una hectárea en la campaña 2013/14 superará holgadamente los $70.000 basados principalmente en el incremento de costos en la mano de obra e insumos.
El representante de la Confederación de Asociaciones Rurales (CAR) de Mendoza, Mario Leiva, sostuvo que “la conclusión principal del encuentro fue que para sacar un buen rendimiento en una hectárea el productor necesita $54.000, pero se prevé que por el aumento de combustible, mano de obra e insumos hay que sumarle $20.000”.
Para explicar mejor los números, Leiva detalló que van a tener que “separar $20.000 de los $30.000 que obtengan por hectárea. Esto deja una renta de $10.000 para los gastos corrientes”.
“Para hacer una cuenta fácil, un ajero de 10 hectáreas, que no son los más, debe separar 100.000 pesos para los gastos del año. Hoy una familia en la región, con dos hijos, supera esa posibilidad de gastos ya que debe mandarlos a la escuela, sostener la estructura de vivir en una chacra y pagar la movilidad”, aclaro el vocal de CRA.
El rubro laboral tuvo en la campaña pasada un impacto del 60% en dicho costo.
El ajero mendocino para pagar un jornal necesita entre 100 y 120 kilos del cultivo en verde. Asímismo, faltan trabajadores temporarios y las reglamentaciones vigentes son complejas. Los productores piden hace tiempo un régimen laboral acorde para la producción del ajo, que sea específicamente para las economías regionales, más dinámico y con aportes directos. Ademas, Leiva detalló que “el productor tiene un gasto importante en energía.
Usa fincas, que aparte de sus turnos de riego usan bombas porque el ajo usa mucha agua en determinados periodos para lograr los calibres competitivos”. Y agrego: “Necesitamos que no nos molesten más con el agua, que no la corten y encarezcan. Es prioritario un acceso a la tecnología del agua y a herramientas con créditos blandos y a largo plazo”.
Por Sandra Capocchi/ Las Bases
Los productores de ajo de Mendoza conformaron una mesa de trabajo para analizar las condiciones para la actividad que se inicia en el mes de marzo. En la sede de la Sociedad Rural del Valle de Uco los ajeros presentaron la problemática que se presenta para la campaña 2013/14, reconociéndola como “muy compleja”.
Los altos costos de producción, con un fuerte impacto en los precios de los insumos inciden fuertemente a la hora de tomar decisiones para la próxima siembra.
La importancia de lograr la rentabilidad en este producto se debe a que con el ajo es el primer dinero que obtienen los productores, debido a que su trabajo se desarrolla en invierno.
En la temporada pasada el precio osciló entre $1,80 y $2 el kilo en verde debido una situación particular de la producción Especial para LAS BASES china, y la menor producción local disponible por la disminución de un 46% de superficie con respecto a la campaña anterior.
Sin embargo, la rentabilidad del ajo en el mercado local presentó un margen mínimo para que los productores de Mendoza, principalmente los del Valle de Uco donde se concentra el 57% de la superficie provincial, puedan planificar la próxima campaña.
Según la expectativa de costos de producción de una hectárea en la campaña 2013/14 superará holgadamente los $70.000 basados principalmente en el incremento de costos en la mano de obra e insumos.
El representante de la Confederación de Asociaciones Rurales (CAR) de Mendoza, Mario Leiva, sostuvo que “la conclusión principal del encuentro fue que para sacar un buen rendimiento en una hectárea el productor necesita $54.000, pero se prevé que por el aumento de combustible, mano de obra e insumos hay que sumarle $20.000”.
Para explicar mejor los números, Leiva detalló que van a tener que “separar $20.000 de los $30.000 que obtengan por hectárea. Esto deja una renta de $10.000 para los gastos corrientes”.
“Para hacer una cuenta fácil, un ajero de 10 hectáreas, que no son los más, debe separar 100.000 pesos para los gastos del año. Hoy una familia en la región, con dos hijos, supera esa posibilidad de gastos ya que debe mandarlos a la escuela, sostener la estructura de vivir en una chacra y pagar la movilidad”, aclaro el vocal de CRA.
El rubro laboral tuvo en la campaña pasada un impacto del 60% en dicho costo.
El ajero mendocino para pagar un jornal necesita entre 100 y 120 kilos del cultivo en verde. Asímismo, faltan trabajadores temporarios y las reglamentaciones vigentes son complejas. Los productores piden hace tiempo un régimen laboral acorde para la producción del ajo, que sea específicamente para las economías regionales, más dinámico y con aportes directos. Ademas, Leiva detalló que “el productor tiene un gasto importante en energía.
Usa fincas, que aparte de sus turnos de riego usan bombas porque el ajo usa mucha agua en determinados periodos para lograr los calibres competitivos”. Y agrego: “Necesitamos que no nos molesten más con el agua, que no la corten y encarezcan. Es prioritario un acceso a la tecnología del agua y a herramientas con créditos blandos y a largo plazo”.