Las lluvias de febrero llegaron tarde para buena parte de la sojaColocaron un piso a las pérdidas en muchas zonas de la región núcleo pampeana. Pero, de todas maneras, habrá importantes recortes de rindes.
En 13 de las estaciones de la red GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario se acumularon en esta semana más de 100 milímetros. El resto sobrepasó, en general, los 60 milímetros, aunque también hubo excepciones.
“A la soja el agua le llega en llenado y con poco margen para cambiar la historia. De todas formas son muy variables las condiciones de recuperación en función de las áreas que fueron beneficiadas anteriormente con lluvias”, indicó el informe semanal del GEA. “Para la soja de segunda sembrada en diciembre se espera un significativo cambio positivo”, añadió.
Esta semana lluvias muy importantes con muy buena extensión y montos cubrieron la región núcleo pampeana. Se destacan registros como Álvarez (Santa Fe) con 230 mm, Gral. Pinto (Buenos Aires) con 130 mm, pero nuevamente sigue marginado el norte de los departamentos cordobeses de Unión y Marcos Juárez, donde la situación de los cultivos es grave.
“Estas lluvias colocaron un piso a las pérdidas de rindes, dejando atrás el escenario malo que estaba en el horizonte de muchísimas zonas en semanas previas, pero este sigue vigente en la marginada área cordobesa nombrada”, señaló el informe.
En soja de primera hay un mosaico de situaciones muy diferentes en la región. Hay zonas del sur de Santa Fe, en donde las lluvias resultaron más oportunas en su aparición y con buenos montos que beneficiaron la recuperación de la oleaginosa cuando se iniciaba la fructificación. En esta, las pérdidas seían muy acotadas.
Pero otras zonas que recibieron el agua esta semana lo hacen con el cultivo en llenado, por lo que se espera poder mejorar el peso de los granos pero con pocos efectos sobre el número de granos por metro cuadrado. En esto incide las fechas de siembra, dado que tienen más margen las sembradas en noviembre que las de octubre, o los ciclos largos frente a los cortos.
“También es significativo el efecto de la calidad de los suelos y el manejo. Por ejemplo, en Pergamino se habla de grupos 3 cortos en R6 por lo que es irreversible la mejora; cuadros que visualmente se han recuperado en verdor y muestran nuevos folíolos, pero no ramificaron y la carga de vainas es muy escasa; áreas donde el stress termo hídrico adelantó el ciclo y están avejentadas, con acortamientos de ciclo, prontamente en R5, y en muchos casos sin levantarse por encima de los 30 cm de altura”, explicó el informe del GEA.
En cuanto a las plagas el agua bajó el nivel de presión en los lotes. De todas formas continúa siendo bolillera una causa de control, al igual que arañuela y trips, aunque el agua frenó los niveles de ataque. También comienza el tiempo de las enfermedades de fin de ciclo con la aparición de septoria.
En 13 de las estaciones de la red GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario se acumularon en esta semana más de 100 milímetros. El resto sobrepasó, en general, los 60 milímetros, aunque también hubo excepciones.
“A la soja el agua le llega en llenado y con poco margen para cambiar la historia. De todas formas son muy variables las condiciones de recuperación en función de las áreas que fueron beneficiadas anteriormente con lluvias”, indicó el informe semanal del GEA. “Para la soja de segunda sembrada en diciembre se espera un significativo cambio positivo”, añadió.
Esta semana lluvias muy importantes con muy buena extensión y montos cubrieron la región núcleo pampeana. Se destacan registros como Álvarez (Santa Fe) con 230 mm, Gral. Pinto (Buenos Aires) con 130 mm, pero nuevamente sigue marginado el norte de los departamentos cordobeses de Unión y Marcos Juárez, donde la situación de los cultivos es grave.
“Estas lluvias colocaron un piso a las pérdidas de rindes, dejando atrás el escenario malo que estaba en el horizonte de muchísimas zonas en semanas previas, pero este sigue vigente en la marginada área cordobesa nombrada”, señaló el informe.
En soja de primera hay un mosaico de situaciones muy diferentes en la región. Hay zonas del sur de Santa Fe, en donde las lluvias resultaron más oportunas en su aparición y con buenos montos que beneficiaron la recuperación de la oleaginosa cuando se iniciaba la fructificación. En esta, las pérdidas seían muy acotadas.
Pero otras zonas que recibieron el agua esta semana lo hacen con el cultivo en llenado, por lo que se espera poder mejorar el peso de los granos pero con pocos efectos sobre el número de granos por metro cuadrado. En esto incide las fechas de siembra, dado que tienen más margen las sembradas en noviembre que las de octubre, o los ciclos largos frente a los cortos.
“También es significativo el efecto de la calidad de los suelos y el manejo. Por ejemplo, en Pergamino se habla de grupos 3 cortos en R6 por lo que es irreversible la mejora; cuadros que visualmente se han recuperado en verdor y muestran nuevos folíolos, pero no ramificaron y la carga de vainas es muy escasa; áreas donde el stress termo hídrico adelantó el ciclo y están avejentadas, con acortamientos de ciclo, prontamente en R5, y en muchos casos sin levantarse por encima de los 30 cm de altura”, explicó el informe del GEA.
En cuanto a las plagas el agua bajó el nivel de presión en los lotes. De todas formas continúa siendo bolillera una causa de control, al igual que arañuela y trips, aunque el agua frenó los niveles de ataque. También comienza el tiempo de las enfermedades de fin de ciclo con la aparición de septoria.