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Moreno vuelve a frenar las importaciones

Sólo se permitirá el ingreso de lo que él considere indispensable para la economía. Al resto, incluso productos para consumo del agro.

Para cuidar los dólares y evitar lo más que se pueda su fuga, sumado a los datos negativos de la balanza comercial de marzo -abrupta caída del superávit-, Guillermo Moreno volvió a restringir al mínimo las importaciones. Sólo se permitirá el ingreso de las que él y su equipo de colaboradores consideren indispensables para el funcionamiento de la economía. Al resto, tanto sea para consumo o para la industria manufacturera o agropecuaria, se lo dejará varado en aduanas por al menos 10 días, o directamente no se le otorgará permiso. Así lo publicó el diario Ámbito Financiero.

Este regreso al régimen que existía a mediados de septiembre del año pasado -cuando el Gobierno cuidaba los dólares en vísperas del pago de vencimientos por u$s 3.000 millones y consideró que trabar importaciones era la clave para no afectar esos compromisos- es la respuesta morenista a la caída que están experimentando las reservas, calculadas en u$s 39.535 millones, afectadas por la salida de depósitos, la escasa liquidación de exportaciones sojeras, la salida de divisas por la importación de combustible y la poca reacción a las presiones a operadores sobre el dólar "blue". Sólo algunos sectores considerados fundamentales para sostener el nivel de producción básica se les permitirá entrar. Entre esos bienes, los combustibles.

Para aplicar este régimen Moreno contará con sus funcionarios y su habitual aliada en la cruzada, la ex INDEC y hoy secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. En total se trata de unas 40 personas entre ambas dependencias que deben habilitar o trabar entre 3.000 y 4.000 trámites diarios que van desde automóviles de alta gama hasta maquinaria óptica de precisión, pasando por paraguas, pinturas industriales, agroquímicos, galletitas o un torno.

Algunos de los sectores que ya saben que tendrán trabas para ingresar mercadería son los súper e hipermercados, vehículos, autopartes, libros, artículos para la construcción, químicos, publicaciones, alimentos y bebidas. Es decir, nada que no se haya vivido en los últimos tiempos.

Otro mercado sobre el que avanzará el funcionario será el de los alimentos y bebidas premium de los supermercados. La posibilidad de reabrir estas importaciones había formado parte del acuerdo que el secretario cerró con Jumbo- Disco, Carrefour, Walmart y Coto para sostener en el tiempo (hasta las elecciones legislativas de octubre) los precios. El funcionario considera que hay fallas de parte de los privados en la aplicación del congelamiento y que hay faltantes importantes en los productos que deben abundar en las góndolas. De cuestiones similares se quejaba también ayer Miguel Calvete, el director ejecutivo de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas, que afirmó que "los distribuidores y los mayoristas están entregando a los comercios la mitad de los pedidos que se hacen sobre los productos básicos que están bajo el acuerdo de precios, algo que no ocurre con los productos premium". Según el dirigente "se observa la falta de productos primarios y de limpieza como la lavandina, el papel higiénico y los rollos de cocina, en especial aquellos comunes, mientras hay stocks completos de productos de primeras marcas, los cuales se encuentran liberados de todo control gubernamental".