Estamos defendiendo un precio justo de la uva porque de ello depende la sustentabilidad de la actividad: entre 0,80 y 1 dólar para el Malbec del Valle de UcoQueda claro que la uva del Valle de Uco ocupa el vértice de la vitivinicultura de Mendoza. Se caracteriza por ser varietal y tener un manejo de excelencia, debido al trabajo del productor y a la zona en la que se encuentra, ya que por su geografía se producen diferentes calidades, todas buenas.
Para el productor del Valle de Uco la solución se representa en el precio de la uva. En la venta de su producción, no sólo se refleja una transacción comercial sino que determina la sustentabilidad de su trabajo.
No atender este punto de arranque es mentirse a la hora de ordenar las demandas del sector primario, que son muchas en este escenario de crisis, y de las cuales haremos una síntesis a continuación.
Aquellas situaciones que paralizan la actividad:
Queda claro que la uva del Valle de Uco ocupa el vértice de la vitivinicultura de Mendoza. Se caracteriza por ser varietal y tener un manejo de excelencia, debido al trabajo del productor y a la zona en la que se encuentra, ya que por su geografía se producen diferentes calidades, todas buenas.
Para hacer un poquito de memoria, la reconversión vitivinícola se realizó con mucho sacrificio, con escaso y casi nulo crédito. Sin embargo, esto no trajo el reconocimiento de las bodegas, dado que su posición dominante ha generado, a pesar de la reconversión, el padecimiento de nuestra actividad.
Desde la Comisión Directiva de la Sociedad Rural del Valle de Uco, y miembros integrantes de esta entidad, queremos exponer el costo que tenemos entre 80 y 100 quintales de uva. Exponemos sobre este volumen que es lo que les garantiza a las bodegas la mejor calidad enológica para sus vinos. Cabe aclarar que nuestro relevamiento en el Valle de Uco indica que hay: en viñas hasta 25 hectáreas existen 942 viñedos; hasta 75 hectáreas hay 343 viñedos que ya tienen problemas de rentabilidad; y de más de 75 hectáreas, son 172 viñedos que están vinculados a las bodegas líderes y representan el 12 por ciento del total de los viñedos que hay en la región. Hace tres años atrás representaban el 8%, esto marca la tendencia de la concentración económica.
Entre 80 y 100 quintales tenemos el siguiente costo de producción
- Mecanización: $19.743 que representan el 12,54 %.
- Mano de obra: 44.263 que presentan el 28,11%
- Insumos: 48.001 que representa el 39,49,%
- Energía: 7.500 que presenta el 4,76%
- Cosecha: 27265 que presenta el 17,32%
Total de costos directos: 155.501
Sobre 100 quintales por hectáreas: costo total de 157.452 - Costo por kg: $15,74
Si consideramos el riesgo climático, tan sólo un 10%, hay que sumárleselo al costo de producción. Lo enumerado anteriormente son costos directos, no se consideran costos indirectos ni repuestos.
Costos de elaboración
Si el productor decidiera elaborar, el costo mínimo que le va a cobrar la bodega es el siguiente:
En uva se necesita 1,58 kilos para hacer un litro de vino. En valores representa entre 4$ y 6$ de costo por kilo. Básicamente estos fondos no lo dispone el productor, y para hacer frente a esto no hay crédito ni posibilidad de sustentabilidad por las tasas actuales.
Retención a las exportaciones
Un costo nuevo que se le descuenta al productor aunque lo pague la bodega: $3 por dólar que se exporta representa aproximadamente el 8%. Se está solicitando no aplicar esa retención y nosotros creemos que el mismo monto de la retención se autorice a la bodega a descontarlo de ganancia.
Por otro lado, la nueva normativa del fondo para llegar al crédito pone más dificultades a la crisis: ausencia de financiamiento con tasas inaceptables para nuestra actividad, con tarifas de riego agrícola imposibles de sostener, nos están echando de nuestra actividad.
Valor de la uva
Para nosotros se debe pagar un precio sustentable, que es entre 0,80 y 1 dólar para el Malbec del Valle de Uco.
Durante la cosecha 2017 y 2018, los bodegueros pudieron pagar valores muchos más alto: 1,50 de dólar x kg. Estos valores hubieran permitido mantener rentabilidad y sustentabilidad al productor.
En realidad hoy tenemos una herramienta nueva, muy buena para utilizar y perfeccionar, para establecer los términos de la transacción. Esto permitiría que la ayuda que se construya en favor de la industria se refleje en el precio al productor.
Desde esta entidad sostenemos
La rentabilidad hace sustentable nuestro trabajo y el Estado debe facilitar esto, poniendo freno a la industria en su posición dominante. Principalmente, el productor no le entrega la uva a la bodega, se la vende! ¿Qué está faltando? SE NECESITA un mercado institucionalizado. Este mercado se construye con herramientas que tengan precios y pizarras de referencia. El precio es un acuerdo entre privados; el Estado debe garantizar la equidad de la relación, para eso está facultado por la Constitución Nacional y el Nuevo Código Civil y Comercial de Argentina. El Poder Ejecutivo Nacional y Provincial son los únicos autorizados para disparar los artículos del Código Comercial. En este caso, el Poder Ejecutivo es el árbitro. Por eso es importante, para la relación entre la bodega y el productor, la Ley provincial N° 9133, de registración de contratos de compra y venta de uva. Una Ley aprobada recientemente. Creemos que nada puede estar fuera de esta Ley, y la ayuda que le llegue a la industria debe estar reflejada en esta legislación para que también le llegue al productor.
El precio organiza la actividad, después viene lo demás, como la soluciones, ya sea la organización social del productor, el asociativismo, cooperativa y demás. "Juntarme con otros para fundirme o vivir sometido a otro que le pone precio a mi actividad no sirve", esa es nuestra concepción.
Por otro lado, consideramos que hay que desestimar las variedades de bajo valor enológico y los Malbec mejorados: es como tirarse un tiró en el pie.
En definitiva, en el Valle de Uco el productor se reconvirtió y es eficiente; nuestro esfuerzo y la inversión se centró en mejorar nuestra producción, pero resulta que ahora le falta el precio que justifique nuestro trabajo.
En una economía donde el costo fiscal es tan alto, y en donde todos deberíamos colaborar para bajarlo, es muy necesario que el precio surja de la cadena. Pero esto debe ser acompañado con medidas que hagan más competitivo al productor primario. Por ejemplo: la tarifa agrícola debe estar encuadrada en una tarifa productiva y no como servicio público. De qué vale tener un precio preferencial -que hoy es necesario- si mi producto no es rentable.
Esta nota habla de:
Para el productor del Valle de Uco la solución se representa en el precio de la uva. En la venta de su producción, no sólo se refleja una transacción comercial sino que determina la sustentabilidad de su trabajo.
No atender este punto de arranque es mentirse a la hora de ordenar las demandas del sector primario, que son muchas en este escenario de crisis, y de las cuales haremos una síntesis a continuación.
Aquellas situaciones que paralizan la actividad:
Queda claro que la uva del Valle de Uco ocupa el vértice de la vitivinicultura de Mendoza. Se caracteriza por ser varietal y tener un manejo de excelencia, debido al trabajo del productor y a la zona en la que se encuentra, ya que por su geografía se producen diferentes calidades, todas buenas.
Para hacer un poquito de memoria, la reconversión vitivinícola se realizó con mucho sacrificio, con escaso y casi nulo crédito. Sin embargo, esto no trajo el reconocimiento de las bodegas, dado que su posición dominante ha generado, a pesar de la reconversión, el padecimiento de nuestra actividad.
Desde la Comisión Directiva de la Sociedad Rural del Valle de Uco, y miembros integrantes de esta entidad, queremos exponer el costo que tenemos entre 80 y 100 quintales de uva. Exponemos sobre este volumen que es lo que les garantiza a las bodegas la mejor calidad enológica para sus vinos. Cabe aclarar que nuestro relevamiento en el Valle de Uco indica que hay: en viñas hasta 25 hectáreas existen 942 viñedos; hasta 75 hectáreas hay 343 viñedos que ya tienen problemas de rentabilidad; y de más de 75 hectáreas, son 172 viñedos que están vinculados a las bodegas líderes y representan el 12 por ciento del total de los viñedos que hay en la región. Hace tres años atrás representaban el 8%, esto marca la tendencia de la concentración económica.
Entre 80 y 100 quintales tenemos el siguiente costo de producción
- Mecanización: $19.743 que representan el 12,54 %.
- Mano de obra: 44.263 que presentan el 28,11%
- Insumos: 48.001 que representa el 39,49,%
- Energía: 7.500 que presenta el 4,76%
- Cosecha: 27265 que presenta el 17,32%
Total de costos directos: 155.501
Sobre 100 quintales por hectáreas: costo total de 157.452 - Costo por kg: $15,74
Si consideramos el riesgo climático, tan sólo un 10%, hay que sumárleselo al costo de producción. Lo enumerado anteriormente son costos directos, no se consideran costos indirectos ni repuestos.
Costos de elaboración
Si el productor decidiera elaborar, el costo mínimo que le va a cobrar la bodega es el siguiente:
En uva se necesita 1,58 kilos para hacer un litro de vino. En valores representa entre 4$ y 6$ de costo por kilo. Básicamente estos fondos no lo dispone el productor, y para hacer frente a esto no hay crédito ni posibilidad de sustentabilidad por las tasas actuales.
Retención a las exportaciones
Un costo nuevo que se le descuenta al productor aunque lo pague la bodega: $3 por dólar que se exporta representa aproximadamente el 8%. Se está solicitando no aplicar esa retención y nosotros creemos que el mismo monto de la retención se autorice a la bodega a descontarlo de ganancia.
Por otro lado, la nueva normativa del fondo para llegar al crédito pone más dificultades a la crisis: ausencia de financiamiento con tasas inaceptables para nuestra actividad, con tarifas de riego agrícola imposibles de sostener, nos están echando de nuestra actividad.
Valor de la uva
Para nosotros se debe pagar un precio sustentable, que es entre 0,80 y 1 dólar para el Malbec del Valle de Uco.
Durante la cosecha 2017 y 2018, los bodegueros pudieron pagar valores muchos más alto: 1,50 de dólar x kg. Estos valores hubieran permitido mantener rentabilidad y sustentabilidad al productor.
En realidad hoy tenemos una herramienta nueva, muy buena para utilizar y perfeccionar, para establecer los términos de la transacción. Esto permitiría que la ayuda que se construya en favor de la industria se refleje en el precio al productor.
Desde esta entidad sostenemos
La rentabilidad hace sustentable nuestro trabajo y el Estado debe facilitar esto, poniendo freno a la industria en su posición dominante. Principalmente, el productor no le entrega la uva a la bodega, se la vende! ¿Qué está faltando? SE NECESITA un mercado institucionalizado. Este mercado se construye con herramientas que tengan precios y pizarras de referencia. El precio es un acuerdo entre privados; el Estado debe garantizar la equidad de la relación, para eso está facultado por la Constitución Nacional y el Nuevo Código Civil y Comercial de Argentina. El Poder Ejecutivo Nacional y Provincial son los únicos autorizados para disparar los artículos del Código Comercial. En este caso, el Poder Ejecutivo es el árbitro. Por eso es importante, para la relación entre la bodega y el productor, la Ley provincial N° 9133, de registración de contratos de compra y venta de uva. Una Ley aprobada recientemente. Creemos que nada puede estar fuera de esta Ley, y la ayuda que le llegue a la industria debe estar reflejada en esta legislación para que también le llegue al productor.
El precio organiza la actividad, después viene lo demás, como la soluciones, ya sea la organización social del productor, el asociativismo, cooperativa y demás. "Juntarme con otros para fundirme o vivir sometido a otro que le pone precio a mi actividad no sirve", esa es nuestra concepción.
Por otro lado, consideramos que hay que desestimar las variedades de bajo valor enológico y los Malbec mejorados: es como tirarse un tiró en el pie.
En definitiva, en el Valle de Uco el productor se reconvirtió y es eficiente; nuestro esfuerzo y la inversión se centró en mejorar nuestra producción, pero resulta que ahora le falta el precio que justifique nuestro trabajo.
En una economía donde el costo fiscal es tan alto, y en donde todos deberíamos colaborar para bajarlo, es muy necesario que el precio surja de la cadena. Pero esto debe ser acompañado con medidas que hagan más competitivo al productor primario. Por ejemplo: la tarifa agrícola debe estar encuadrada en una tarifa productiva y no como servicio público. De qué vale tener un precio preferencial -que hoy es necesario- si mi producto no es rentable.