"Siempre es el campo el que está en la primera línea de fuego"Roberto Consolani, vocal de la Comisión Directiva de CRA, por CHAFOR, expresó el malestar que siente el sector agropecuario ante las medidas tomadas por el actual gobierno.
¿Qué expectativas tiene al integrar la nueva comisión directiva de CRA?
Como miembro de una sociedad rural, en este caso la de Formosa, estar en la entidad más federal del país es muy importante pues abre puertas donde somos escuchados los representantes de todo el país. A su vez permite tener un contacto y una relación directa con los problemas reales que vive el país, todo lo cual es tratado en la Mesa de CRA, región por región. Permitiendo contactos y relaciones con autoridades a fin de plantear y resolver las inquietudes del sector. Estar en la Mesa Ejecutiva es un privilegio, en el buen sentido de la palabra, ya que al estar en contacto con todas las confederaciones y Sociedades Rurales del país hacen más fácil comprender e interpretar los verdaderos problemas que hoy se viven y de esta forma ir resolviendo además de plantear a quienes correspondan las inquietudes que surjan. Por mi parte tengo grandes expectativas que desde CRA y sumando desde el lugar que me toca todo mi compromiso, experiencia y esfuerzo logremos soluciones y respuestas para el sector.
Si bien sabemos que no es el mejor momento del país, pero se trata de eso, de ponernos a trabajar y encontrar una salida a la rentabilidad de uno de los sectores más importantes del país, que moviliza gran parte de su economía.
¿Cuál es la realidad productiva de la región Chaco-Formosa y cómo impactan las retenciones en el norte?
Formosa es una provincia con tierras muy fértiles, en donde su principal actividad es la pecuaria. Hacemos también siembra, sobre todo maíz, sorgo, algodón y algo de soja, además de un muy buen desarrollo de la fruti horticultura, recursos forestales etc. Chaco está en iguales condiciones, con áreas de siembra mucho más amplias. Tienen desarrollada la agricultura en forma más intensiva. Ahora, en cuanto a las retenciones y poniéndolo en el contexto nacional, indudablemente somos de los más perjudicados pues no nos olvidemos que para poder llevar nuestros productos, estamos, como el caso de Formosa, a más de 1000 km de distancia de las zonas de concentración como los puertos y mercados. El alto costo del flete hace inviable la posibilidad de tener algún margen de rentabilidad, sumado la gran carga impositiva más el tema de retenciones; hoy en día desalienta mucho más la actividad agropecuaria en gran parte del país, no solo en las zonas marginales por la distancia.
Hoy algunos productores que tienen campos alquilados, incluso en la región Pampeana, donde el rinde es mayor por hectárea, directamente la rentabilidad es O. Y si a su vez le sumamos la gran presión impositiva, hace un combo muy difícil de digerir. Otro dato muy importante que no debemos olvidar, es que el 70/80 % de los productores del país son pequeños y medianos productores y vienen hace muchos años haciendo el esfuerzo. Por eso se da este gran disconformismo y decepción. Nos duele que siempre el campo esté en la primera línea de fuego. ¿Qué pasa con todas las otras áreas que también tienen incidencia económica, como la clase política, el Estado, los sindicatos, la mineria, las entidades financieras, etc.
A nosotros siempre nos ahogan, nos ponen el pie encima. Se lo ve al campo como un objeto de extracción, cuando en estos momentos necesita de leyes que incentiven y promocionen el crecimiento del sector, lo cual redundará a futuro en beneficio del país.
¿Cómo se ha potenciado la ganadería en Formosa?
En la provincia, hace 15 o 20 años empezó un proceso de transformación en el sector pecuario, donde se proveyeron de herramientas financieras desde el Estado que posibilitó un incremento y avance cuantitativo y cualitativo en la ganadería. Generando un contexto ideal para el proceso de transformación en donde la ganadería pasó también por la incorporación de genética provista por los propios productores agropecuarios, con la agricultura como apoyo para producir alimento para los animales incrementando áreas de siembra de pasturas y granos. Esto ha permitido el crecimiento de nuestra ganadería en calidad y en cantidad.
Dada la necesidad de contar con reproductores adaptados a nuestra zona, nuestros productores comienzan a incursionar en genética, así comienza el crecimiento paulatino de Cabañas Formoseñas. Para ello cada productor contó con herramientas finacieras para adquirir productos de genética de alto valor. Este puntapié inicial ha generado que hoy la ganadería en Formosa, tenga calidad en terneros Brangus, Braford y otras sintéticas compitiendo con el resto del país.
Por eso, considero que vale reconocer que cuando primeramente se apoya a los productores con incentivos sumado a la creatividad e iniciativa de éstos, generan un cambio importante en la economía.
Hoy muchos compradores de nuestros terneros vienen de otras provincias lo que denota que la calidad de la hacienda es apreciada.
Formosa en la actualidad dejó de ser solamente productora de terneros, hoy tenemos en el centro-este un desarrollo importante de las pasturas implantadas, y con ello le damos un valor agregado a ese ternero. Esto significa más kilos por hectárea, más mano de obra local generando un círculo virtuoso. Pasamos de ser criadores a terminadores. Lo que necesita el sector, es inversión privada a los fines de contar con frigoríficos como culminación en la cadena de producción cárnica y de esta forma poder tener tránsito federal, es decir, sacar nuestras carnes a otras provincias y porque no al mundo. El ferrocarril y el desarrollo de la hidrovía Paraguay- Parana es fundamental para la producción.
No podemos dejar de lado que también influyó el corrimiento de la frontera agrícola hacia el norte del país, por el desarrollo de la agricultura a partir de la soja, que reemplazó a las zonas ganaderas por excelencia. Es decir, la sojización fue en desmedro de la tradicional ganadería del centro y sur del país. Dado el tema de altas retenciones a los granos, deberíamos ver más vacas en el país, es menor el costo, no tanta tecnología como exige la agricultura de primer nivel y el productor estaría más tranquilo y sin tantos riesgos.
¿Qué señal están esperando actualmente del gobierno de Alberto Fernández?
Hace poco estuvimos reunidos con el ministro Luis Basterra, donde tuvo la posibilidad de escuchar las voces, prácticamente de todo el país. Se le ha expresado la enorme preocupación y angustia del sector, pero nos quedamos con sabor a poco, porque si bien el esquema que presentan tiene como foco recaudar, se olvidan que para ello primero hay que generar las condiciones que antes he mencionado, pues en las condiciones actuales no tenemos mucho más para dar. Notamos que el esfuerzo permanente que venimos haciendo, no se traduce en mejora para la población.
Sabemos que el presidente tiene una función muy importante de corregir todas estas asimetrías que se dan en el país y la desigualdad social. Desde el Sector somos conscientes de ello, pero el campo no puede ser siempre la solución. Estamos abiertos al diálogo permanente, teniendo presente a su vez el reclamo de las bases que no es otro que el reclamo de cada uno de los productores. En las asambleas receptamos la bronca, la impotencia del sector ante las condiciones actuales. Estamos a la espera de alguna medida por parte del gobierno que pueda llevar tranquilidad. Hemos transmitido todos los problemas a través de la Mesa de Enlace. Actualmente estamos en un stand by, y el sector agropecuario tiene que seguir trabajando y tener previsibilidad futura.
El país con la economía inestable, se traduce en una situación compleja que no le permite al sector seguir avanzando. Creo que hace falta un diálogo sincero donde la clase política acompañe. Esto es un problema de todos los argentinos. Todos los actores tenemos que sentarnos a dialogar y de a poco ir encontrando soluciones que no perjudiquen ni a unos ni a otros.
Por último, ¿Cómo ve la participación de los jóvenes en el gremialismo agropecuario?
La renovación pasa justamente por tratar de involucrar a los jóvenes. En la Sociedad Rural de Formosa hay un ateneo desde hace algunos años, con jóvenes que tienen sentido de pertenencia al sector agropecuario, y otros jóvenes que sin ser del campo también están preocupados por las cuestiones que giran en torno al sector. Lo que noto es que aún deberíamos sumar más para lograr un mayor involucramiento de los jóvenes quienes serán los futuros dirigentes. Cuando entras a una entidad ruralista, lo haces por vocación, por gusto, por eso deberíamos seguir trabajando mucho más la participación. Hay que encontrar una manera de que ellos se sientan más involucrados, por eso apoyo todo lo que hace CRA propiciando el tema de los Ateneos y las capacitaciones.
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¿Qué expectativas tiene al integrar la nueva comisión directiva de CRA?
Como miembro de una sociedad rural, en este caso la de Formosa, estar en la entidad más federal del país es muy importante pues abre puertas donde somos escuchados los representantes de todo el país. A su vez permite tener un contacto y una relación directa con los problemas reales que vive el país, todo lo cual es tratado en la Mesa de CRA, región por región. Permitiendo contactos y relaciones con autoridades a fin de plantear y resolver las inquietudes del sector. Estar en la Mesa Ejecutiva es un privilegio, en el buen sentido de la palabra, ya que al estar en contacto con todas las confederaciones y Sociedades Rurales del país hacen más fácil comprender e interpretar los verdaderos problemas que hoy se viven y de esta forma ir resolviendo además de plantear a quienes correspondan las inquietudes que surjan. Por mi parte tengo grandes expectativas que desde CRA y sumando desde el lugar que me toca todo mi compromiso, experiencia y esfuerzo logremos soluciones y respuestas para el sector.
Si bien sabemos que no es el mejor momento del país, pero se trata de eso, de ponernos a trabajar y encontrar una salida a la rentabilidad de uno de los sectores más importantes del país, que moviliza gran parte de su economía.
¿Cuál es la realidad productiva de la región Chaco-Formosa y cómo impactan las retenciones en el norte?
Formosa es una provincia con tierras muy fértiles, en donde su principal actividad es la pecuaria. Hacemos también siembra, sobre todo maíz, sorgo, algodón y algo de soja, además de un muy buen desarrollo de la fruti horticultura, recursos forestales etc. Chaco está en iguales condiciones, con áreas de siembra mucho más amplias. Tienen desarrollada la agricultura en forma más intensiva. Ahora, en cuanto a las retenciones y poniéndolo en el contexto nacional, indudablemente somos de los más perjudicados pues no nos olvidemos que para poder llevar nuestros productos, estamos, como el caso de Formosa, a más de 1000 km de distancia de las zonas de concentración como los puertos y mercados. El alto costo del flete hace inviable la posibilidad de tener algún margen de rentabilidad, sumado la gran carga impositiva más el tema de retenciones; hoy en día desalienta mucho más la actividad agropecuaria en gran parte del país, no solo en las zonas marginales por la distancia.
Hoy algunos productores que tienen campos alquilados, incluso en la región Pampeana, donde el rinde es mayor por hectárea, directamente la rentabilidad es O. Y si a su vez le sumamos la gran presión impositiva, hace un combo muy difícil de digerir. Otro dato muy importante que no debemos olvidar, es que el 70/80 % de los productores del país son pequeños y medianos productores y vienen hace muchos años haciendo el esfuerzo. Por eso se da este gran disconformismo y decepción. Nos duele que siempre el campo esté en la primera línea de fuego. ¿Qué pasa con todas las otras áreas que también tienen incidencia económica, como la clase política, el Estado, los sindicatos, la mineria, las entidades financieras, etc.
A nosotros siempre nos ahogan, nos ponen el pie encima. Se lo ve al campo como un objeto de extracción, cuando en estos momentos necesita de leyes que incentiven y promocionen el crecimiento del sector, lo cual redundará a futuro en beneficio del país.
¿Cómo se ha potenciado la ganadería en Formosa?
En la provincia, hace 15 o 20 años empezó un proceso de transformación en el sector pecuario, donde se proveyeron de herramientas financieras desde el Estado que posibilitó un incremento y avance cuantitativo y cualitativo en la ganadería. Generando un contexto ideal para el proceso de transformación en donde la ganadería pasó también por la incorporación de genética provista por los propios productores agropecuarios, con la agricultura como apoyo para producir alimento para los animales incrementando áreas de siembra de pasturas y granos. Esto ha permitido el crecimiento de nuestra ganadería en calidad y en cantidad.
Dada la necesidad de contar con reproductores adaptados a nuestra zona, nuestros productores comienzan a incursionar en genética, así comienza el crecimiento paulatino de Cabañas Formoseñas. Para ello cada productor contó con herramientas finacieras para adquirir productos de genética de alto valor. Este puntapié inicial ha generado que hoy la ganadería en Formosa, tenga calidad en terneros Brangus, Braford y otras sintéticas compitiendo con el resto del país.
Por eso, considero que vale reconocer que cuando primeramente se apoya a los productores con incentivos sumado a la creatividad e iniciativa de éstos, generan un cambio importante en la economía.
Hoy muchos compradores de nuestros terneros vienen de otras provincias lo que denota que la calidad de la hacienda es apreciada.
Formosa en la actualidad dejó de ser solamente productora de terneros, hoy tenemos en el centro-este un desarrollo importante de las pasturas implantadas, y con ello le damos un valor agregado a ese ternero. Esto significa más kilos por hectárea, más mano de obra local generando un círculo virtuoso. Pasamos de ser criadores a terminadores. Lo que necesita el sector, es inversión privada a los fines de contar con frigoríficos como culminación en la cadena de producción cárnica y de esta forma poder tener tránsito federal, es decir, sacar nuestras carnes a otras provincias y porque no al mundo. El ferrocarril y el desarrollo de la hidrovía Paraguay- Parana es fundamental para la producción.
No podemos dejar de lado que también influyó el corrimiento de la frontera agrícola hacia el norte del país, por el desarrollo de la agricultura a partir de la soja, que reemplazó a las zonas ganaderas por excelencia. Es decir, la sojización fue en desmedro de la tradicional ganadería del centro y sur del país. Dado el tema de altas retenciones a los granos, deberíamos ver más vacas en el país, es menor el costo, no tanta tecnología como exige la agricultura de primer nivel y el productor estaría más tranquilo y sin tantos riesgos.
¿Qué señal están esperando actualmente del gobierno de Alberto Fernández?
Hace poco estuvimos reunidos con el ministro Luis Basterra, donde tuvo la posibilidad de escuchar las voces, prácticamente de todo el país. Se le ha expresado la enorme preocupación y angustia del sector, pero nos quedamos con sabor a poco, porque si bien el esquema que presentan tiene como foco recaudar, se olvidan que para ello primero hay que generar las condiciones que antes he mencionado, pues en las condiciones actuales no tenemos mucho más para dar. Notamos que el esfuerzo permanente que venimos haciendo, no se traduce en mejora para la población.
Sabemos que el presidente tiene una función muy importante de corregir todas estas asimetrías que se dan en el país y la desigualdad social. Desde el Sector somos conscientes de ello, pero el campo no puede ser siempre la solución. Estamos abiertos al diálogo permanente, teniendo presente a su vez el reclamo de las bases que no es otro que el reclamo de cada uno de los productores. En las asambleas receptamos la bronca, la impotencia del sector ante las condiciones actuales. Estamos a la espera de alguna medida por parte del gobierno que pueda llevar tranquilidad. Hemos transmitido todos los problemas a través de la Mesa de Enlace. Actualmente estamos en un stand by, y el sector agropecuario tiene que seguir trabajando y tener previsibilidad futura.
El país con la economía inestable, se traduce en una situación compleja que no le permite al sector seguir avanzando. Creo que hace falta un diálogo sincero donde la clase política acompañe. Esto es un problema de todos los argentinos. Todos los actores tenemos que sentarnos a dialogar y de a poco ir encontrando soluciones que no perjudiquen ni a unos ni a otros.
Por último, ¿Cómo ve la participación de los jóvenes en el gremialismo agropecuario?
La renovación pasa justamente por tratar de involucrar a los jóvenes. En la Sociedad Rural de Formosa hay un ateneo desde hace algunos años, con jóvenes que tienen sentido de pertenencia al sector agropecuario, y otros jóvenes que sin ser del campo también están preocupados por las cuestiones que giran en torno al sector. Lo que noto es que aún deberíamos sumar más para lograr un mayor involucramiento de los jóvenes quienes serán los futuros dirigentes. Cuando entras a una entidad ruralista, lo haces por vocación, por gusto, por eso deberíamos seguir trabajando mucho más la participación. Hay que encontrar una manera de que ellos se sientan más involucrados, por eso apoyo todo lo que hace CRA propiciando el tema de los Ateneos y las capacitaciones.