"Buscamos que la Sociedad Rural del San Justo sea una marca" Su presidente, Berardo Vignatti, hizo referencia a la importancia de haber realizado ArgenCarne en la rural y cómo contribuyó esto a su posicionamiento, teniendo en cuenta que San Justo es una zona ganadera por excelencia en el país.
¿Qué significó para la rural ser anfitriona de un evento de la magnitud de ArgenCarne?
Lo consideramos algo único porque no hay precedentes de un evento de estas características a lo largo del país y en Sudamérica. Una muestra que se direccionó a la cadena cárnica; es decir, no específicamente a un remate de bovinos o a una feria comercial, sino que trató de mostrar los eslabones principales, desde la producción misma en los campos, en la elaboración de esa materia prima animal hasta la presentación de esos productos terminados en el plato de todo argentino. Eso demuestra que existen eslabones intermedios donde entran en juego la comercialización, el transporte y la industria. Para nosotros, haber sido sede de este evento nos enorgulleció y nos va a hacer crecer tanto como institución como región, ya que nos posicionó de manera diferente en el mapa.
¿Cómo se decidió que fuera San Justo la sede de ArgenCarne?
Hubo varias razones. La ubicación geográfica fue la de mayor impacto, ya que Santa Fe es una de las provincias ganaderas más fuertes del país. Cuenta con alrededor de 6 millones de cabezas. Se encuentra ubicada en el centro de la Argentina y San Justo es una zona donde confluyen las diferentes razas bovinas. Tenemos la particularidad, a diferencia de cualquier otra sociedad rural en el país, que convergen las razas británicas, como Angus, Hereford; las razas beguinas, como Brahman, y razas sintéticas como Braford y Brangus, entre otras. Eso originalmente fue uno de los puntos principales. Otra de las razones fue que venimos de dos o tres años de crecimiento de la entidad, con un trabajo mancomunado con gobierno provincial y local, lo que posibilita cargar al hombro este tipo de eventos.
¿Cuál es la realidad de la ganadería en la región?
Si bien San Justo no es el departamento que tiene más cantidad de animales, en su historia siempre fue netamente ganadero. Si nos remontamos a los años ?60 o ?70, hablamos de los mejores Angus de la región centro-norte del país. La historia la tiene. Después se dio que, por diferentes causas políticas y de mercado, fue teniendo competitividad con los cultivos, y en estos últimos años fue retomando la ganadería, empujando su crecimiento. Se empezaron a ver números positivos de crecimiento nuevamente. San Justo cuenta con 1324 establecimientos y alrededor de 330.000 cabezas.
Sin embargo, fueron desapareciendo los tambos en el departamento. Son muy escasos y difíciles de encontrar. Se concentraron en la zona núcleo, como Castellanos y Las Colonias. Los factores fueron varios: la propia crisis que vive el sector desde hace años, por lo cual se fueron cerrando aún más este tipo de explotaciones, sumado a zonas difíciles de producir. A partir de 2015/16 a la fecha, San Justo está siendo muy afectada por las inclemencias climáticas: pasamos de que en abril de 2016 nos llueva más de 900 mm en tan solo 25 días, a que nos afectara una seca no más de un año después, y ahora, nuevamente, otra inundación. Todos esos ciclos climáticos también fueron perjudicando gravemente los establecimientos. Esto, sumado a la política económica, contribuyó para que vayan desapareciendo y concentrándose en los departamentos específicos.
La rural de San Justo cumplió 75 años ¿Qué nos puede decir sobre la trayectoria de la entidad?
Para nosotros, fue realmente un orgullo estar, hoy, al frente de esta entidad, y ser nosotros quienes homenajeamos estos 75 años. El pasado 30 de abril organizamos la gran cena aniversario donde unas 250 personas disfrutaron de una noche cargada de emotividad y reconocimientos. Pasaron dirigentes extraordinarios, colaboradores y empleados. Es mucha la historia que tiene la entidad, considerando que fue una de las sociedades rurales más importantes del país y de la provincia. En estos últimos años, logró posicionarse nuevamente con el prestigio que históricamente tuvo.
¿Cómo definiría su gestión actual al frente de la rural?
El inicio de nuestra gestión fue a partir del 2016. Mucha de la gente que hoy está en la Comisión Directiva ya formaba parte de la rural; otros, se fueron sumando. Nos planteamos varios objetivos: por un lado, resulta fundamental no perder el hilo de lo que representa ser una entidad agropecuaria; una sociedad rural que vela por los derechos del productor -sería la parte gremialista-. Y en segunda instancia, nosotros buscamos que la rural sea una marca. Tratamos de llevarlo un poco más allá de lo que se entiende por una sociedad rural tradicional y darle un tinte más "marketinero". Contamos con nuestra exposición que, desde hace varios años, va creciendo y logramos posicionarla como uno de los mejores eventos de la provincia de Santa Fe. En ese sentido, también a lo largo del año se está trabajando mucho con diferentes empresas para poder otorgarles beneficios y servicios a los socios. Por otra parte, veníamos con un crecimiento muy grande a nivel regional, pero nos faltaba ese "salto" que fue ArgenCarne para poder darnos conocer afuera de la región y posicionarnos a nivel nacional.
¿Cuál es su valoración de las políticas del Gobierno actual para con el sector?
Venimos de décadas muy cerradas donde había una enemistad terrible con el sector. De ahí en más, todo lo que se presentó como una apertura de diálogo, ya es propositivo. Creemos que muchas de las políticas tomadas para el agro fueron acertadas y muchas, equívocas. En ganadería, la reapertura y ampliación de los mercados es fundamental; no nos olvidemos de que el cliente principal de la Argentina lo tenemos en nuestro país, donde vendemos el 75% de la producción de proteína animal; por lo tanto, es el principal mercado que tenemos que cuidar. Por supuesto, las exportaciones son esenciales para regular. La crítica es hacia la ampliación y diversificación de los mercados, en relación a no tener siempre un mismo horizonte. Actualmente, China, una potencia del continente asiático, está viviendo una importante crisis sanitaria con el tema porcino, que impacta positivamente en Argentina. Pero no nos olvidemos de que China es China, y dentro de unos años se van a reacomodar y nosotros tenemos que aprovechar para fortalecer esos mercados, porque, si no, vamos a tener un impacto negativo. Se necesitan políticas más claras y consolidar el tipo de cambio. Esta devaluación, si bien le dio un respiro a ciertos sectores productivos, devaluó el bolsillo de la gente y un corte de carne a 280 o 300 pesos, aunque es lo normal, no deja de ser un costo altísimo para el que consume, ya que los sueldos están devaluados.
¿Qué significó para la rural ser anfitriona de un evento de la magnitud de ArgenCarne?
Lo consideramos algo único porque no hay precedentes de un evento de estas características a lo largo del país y en Sudamérica. Una muestra que se direccionó a la cadena cárnica; es decir, no específicamente a un remate de bovinos o a una feria comercial, sino que trató de mostrar los eslabones principales, desde la producción misma en los campos, en la elaboración de esa materia prima animal hasta la presentación de esos productos terminados en el plato de todo argentino. Eso demuestra que existen eslabones intermedios donde entran en juego la comercialización, el transporte y la industria. Para nosotros, haber sido sede de este evento nos enorgulleció y nos va a hacer crecer tanto como institución como región, ya que nos posicionó de manera diferente en el mapa.
¿Cómo se decidió que fuera San Justo la sede de ArgenCarne?
Hubo varias razones. La ubicación geográfica fue la de mayor impacto, ya que Santa Fe es una de las provincias ganaderas más fuertes del país. Cuenta con alrededor de 6 millones de cabezas. Se encuentra ubicada en el centro de la Argentina y San Justo es una zona donde confluyen las diferentes razas bovinas. Tenemos la particularidad, a diferencia de cualquier otra sociedad rural en el país, que convergen las razas británicas, como Angus, Hereford; las razas beguinas, como Brahman, y razas sintéticas como Braford y Brangus, entre otras. Eso originalmente fue uno de los puntos principales. Otra de las razones fue que venimos de dos o tres años de crecimiento de la entidad, con un trabajo mancomunado con gobierno provincial y local, lo que posibilita cargar al hombro este tipo de eventos.
¿Cuál es la realidad de la ganadería en la región?
Si bien San Justo no es el departamento que tiene más cantidad de animales, en su historia siempre fue netamente ganadero. Si nos remontamos a los años ?60 o ?70, hablamos de los mejores Angus de la región centro-norte del país. La historia la tiene. Después se dio que, por diferentes causas políticas y de mercado, fue teniendo competitividad con los cultivos, y en estos últimos años fue retomando la ganadería, empujando su crecimiento. Se empezaron a ver números positivos de crecimiento nuevamente. San Justo cuenta con 1324 establecimientos y alrededor de 330.000 cabezas.
Sin embargo, fueron desapareciendo los tambos en el departamento. Son muy escasos y difíciles de encontrar. Se concentraron en la zona núcleo, como Castellanos y Las Colonias. Los factores fueron varios: la propia crisis que vive el sector desde hace años, por lo cual se fueron cerrando aún más este tipo de explotaciones, sumado a zonas difíciles de producir. A partir de 2015/16 a la fecha, San Justo está siendo muy afectada por las inclemencias climáticas: pasamos de que en abril de 2016 nos llueva más de 900 mm en tan solo 25 días, a que nos afectara una seca no más de un año después, y ahora, nuevamente, otra inundación. Todos esos ciclos climáticos también fueron perjudicando gravemente los establecimientos. Esto, sumado a la política económica, contribuyó para que vayan desapareciendo y concentrándose en los departamentos específicos.
La rural de San Justo cumplió 75 años ¿Qué nos puede decir sobre la trayectoria de la entidad?
Para nosotros, fue realmente un orgullo estar, hoy, al frente de esta entidad, y ser nosotros quienes homenajeamos estos 75 años. El pasado 30 de abril organizamos la gran cena aniversario donde unas 250 personas disfrutaron de una noche cargada de emotividad y reconocimientos. Pasaron dirigentes extraordinarios, colaboradores y empleados. Es mucha la historia que tiene la entidad, considerando que fue una de las sociedades rurales más importantes del país y de la provincia. En estos últimos años, logró posicionarse nuevamente con el prestigio que históricamente tuvo.
¿Cómo definiría su gestión actual al frente de la rural?
El inicio de nuestra gestión fue a partir del 2016. Mucha de la gente que hoy está en la Comisión Directiva ya formaba parte de la rural; otros, se fueron sumando. Nos planteamos varios objetivos: por un lado, resulta fundamental no perder el hilo de lo que representa ser una entidad agropecuaria; una sociedad rural que vela por los derechos del productor -sería la parte gremialista-. Y en segunda instancia, nosotros buscamos que la rural sea una marca. Tratamos de llevarlo un poco más allá de lo que se entiende por una sociedad rural tradicional y darle un tinte más "marketinero". Contamos con nuestra exposición que, desde hace varios años, va creciendo y logramos posicionarla como uno de los mejores eventos de la provincia de Santa Fe. En ese sentido, también a lo largo del año se está trabajando mucho con diferentes empresas para poder otorgarles beneficios y servicios a los socios. Por otra parte, veníamos con un crecimiento muy grande a nivel regional, pero nos faltaba ese "salto" que fue ArgenCarne para poder darnos conocer afuera de la región y posicionarnos a nivel nacional.
¿Cuál es su valoración de las políticas del Gobierno actual para con el sector?
Venimos de décadas muy cerradas donde había una enemistad terrible con el sector. De ahí en más, todo lo que se presentó como una apertura de diálogo, ya es propositivo. Creemos que muchas de las políticas tomadas para el agro fueron acertadas y muchas, equívocas. En ganadería, la reapertura y ampliación de los mercados es fundamental; no nos olvidemos de que el cliente principal de la Argentina lo tenemos en nuestro país, donde vendemos el 75% de la producción de proteína animal; por lo tanto, es el principal mercado que tenemos que cuidar. Por supuesto, las exportaciones son esenciales para regular. La crítica es hacia la ampliación y diversificación de los mercados, en relación a no tener siempre un mismo horizonte. Actualmente, China, una potencia del continente asiático, está viviendo una importante crisis sanitaria con el tema porcino, que impacta positivamente en Argentina. Pero no nos olvidemos de que China es China, y dentro de unos años se van a reacomodar y nosotros tenemos que aprovechar para fortalecer esos mercados, porque, si no, vamos a tener un impacto negativo. Se necesitan políticas más claras y consolidar el tipo de cambio. Esta devaluación, si bien le dio un respiro a ciertos sectores productivos, devaluó el bolsillo de la gente y un corte de carne a 280 o 300 pesos, aunque es lo normal, no deja de ser un costo altísimo para el que consume, ya que los sueldos están devaluados.