Revista de CRA

"Queremos armar un espacio político y económico que incluya a todos"

Así lo sostuvo Luis Picat, empresario agropecuario y agroindustrial, recientemente electo intendente de la ciudad de Jesús María, Córdoba. La localidad, con fuerte arraigo e identidad con el campo, le dio el 54% de los votos. En una charla post- elección, el productor hace un repaso de su trayectoria política y sectorial.

¿Cómo surgió la idea de presentarse como intendente?

Incursioné en la política en 2011. A partir de entonces fuimos creciendo, fuimos viendo las necesidades que había en Jesús María, queríamos tener una mirada diferente a la intendencia actual y, en 2015, nos presentamos por primera vez. Perdimos por un 5% de los votos, pero seguimos construyendo el espacio. En el medio de estos años, me tocó ser presidente de la sociedad rural local y, recién este año, pudimos ofrecer algo más amplio políticamente en las elecciones, sumando a una parte del radicalismo. De esta forma, nos adelantamos 18 puntos a la fórmula siguiente.

¿Qué votaron los ciudadanos de Jesús María?

Es una construcción personal en la vida privada e institucional. Supongo que es un voto castigo hacia la gestión anterior. Dentro de nuestra propuesta, vieron un hilo conductor interesante que estaba apuntado a la educación, al trabajo y a las relaciones interinstitucionales. Acá, las instituciones son muy fuertes. Se habían roto los lazos y nosotros volvimos a poner en agenda la posibilidad de reconstruir una relación y mirar a Jesús María dentro de una región. Esta localidad es un pueblo muy importante para el norte de Córdoba. Fue un combo que vio la ciudadanía.

¿Cómo pueden aportar desde la intendencia para el desarrollo del sector agropecuario en la región?

Consideramos que lo haremos facilitando la instalación de nuevas industrias, promoviendo las inversiones en el sector, promocionando y teniendo una relación más fluida con los actores económicos para que, entre todos, veamos las necesidades de infraestructura de la región. De ahí en más, la sociedad tiene sus propias iniciativas para crear y darle vida a su economía, pero la intendencia termina siendo un facilitador con los gobiernos provinciales y nacionales. Es importante buscar los consensos necesarios y que nuestro armado político sirva para encontrarnos y armar un espacio político económico, que incluya a todos para que trate de eliminar la grieta y salir adelante.

¿Cuáles serían las prioridades del sector agropecuario?

La infraestructura, los caminos rurales, aunque hay una ley que se creó para la construcción de pavimentos, la energía y el acceso al agua y lograr con la provincia la exención impositiva y posteriormente gestionarla. También mostrar el negocio integral, enseñarle al productor que no sólo es producir maíz y soja, sino que dando valor agregado se pueden realizar nuevos negocios y potenciar las materias primas.

Yendo hacia atrás en el tiempo, usted encabezó en 2008 uno de los principales piquetes del país ¿Qué recuerdos tiene de esos días?

Con el diario del lunes, tenemos mucha autocrítica. Fue un reclamo legítimo, porque veíamos que el Gobierno Nacional de ese entonces estaba atropellando las libertades. Por nuestra parte, por un lado, la reacción fue muy buena, pero tengo que hacer autocrítica hacia el "daño" o la "molestia" que le generamos a la sociedad civil en la ruta, donde hubo muchos momentos tensos y también de contener a muchos de los productores. Tenemos que rescatar lo positivo que fue alentar a muchos a la participación pública porque hacía falta recambios de actores e involucrarse en las decisiones políticas. No creo que se haya logrado del todo, no veo que muchas rurales se hayan potenciado después de esto. Otra crítica es la Mesa de Enlace, que no se logró sostener. Está, pero no en forma activa. No hay política en común. Si buscáramos un ítem por el cual luchar entre las 4 entidades, la historia sería otra. Tenemos que lograr un denominador en común, por ejemplo, la Ley de Semillas.

Usted es reconocido también por su vocación emprendedora e innovadora. Cuéntenos sobre su trayectoria como empresario.

Empezamos en el año 2000 con 600 hectáreas agrícolas y fuimos sumando hasta llegar a 2.400 propias. Este año, alquilamos 2.100. Del sector agrícola, pasamos a agregar valor, que era lo que nos desvelaba. Lo hicimos, a través de las granjas de cerdos. Empezamos con 250 madres. Ahora, tenemos 2.250. Un problema más era el tema de los efluentes; por eso, construimos un biodigestor que genera biogás y electricidad para granjas y resolvimos parte del problema. En 2010 empezamos a construir el frigorífico "Quialitá" y, el año pasado, empezamos a exportar a Hong Kong; este año queremos hacerlo a Rusia y China.

Hablando de cerdos, ¿cuál es su opinión con respecto a la situación actual que está atravesando China?

Nosotros hoy no lo podemos aprovechar porque tenemos poca producción. Lo que tenemos que hacer es ver, a través del gobierno chino, la posibilidad de que vengan grandes inversiones, Argentina se pueble de granjas y se lleven la producción a China. Así, generamos valor agregado y mano de obra. Veo esa oportunidad. Hay que seguir desarrollando el mercado interno, pero nos hace falta financiación. Actualmente, como está Argentina, nadie quiere invertir, aunque el sector porcino es la "vedette" del momento.